Ojalá que el despertar de madrugada,
Fuera siempre la placentera sorpresa,
Del calor de un abrazo improvisado.
Que la mente se disipe y se convierta,
En el sentir de tu bendita presencia.
Ojalá se citase en reunión,
El amor en todos sus instantes
Y se fuera a concentrar en el momento
En que al sol amaneces en mi pecho.
Sol de rosas
Rosas nubes
Esculpidas en el cielo.
Quisiera prolongar este sentir,
Hacer de él mi fortaleza,
El resguardo del dolor inevitable.
Agazapado e implacable,
Aguarda.
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