viernes, 8 de enero de 2016

Bianco

Cuando le entra un ataque de amor, me abraza efusivo, con todas sus fuerzas. Entonces, me dice:

- Mi mamá pan.

Y yo, le adoro.

Hoy, nos despedíamos. Le digo, con un abrazo:

- Mi hijo pan.

Se ríe y me contesta:

Soy chocolate, chocolate bianco.

- Mamá pan y chocolate bianco.

Y le adoro.


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