Con fuerza sujetas mi mano.
Y mi corazón se alegra.
Me esponjo en ti,
como en tibia leche,
al latir de tu muñeca.
Es retornar a tu cama,
como cuando era pequeña.
Me curabas con tu abrazo,
Cuando me ponía enferma.
Sientes lo que yo siento,
De eso ya me he dado cuenta.
Guardo con celo este instante,
blancas pieles que se besan.
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