viernes, 29 de enero de 2016

Erg

Te reconozco.
En el curso de las huellas que vas dejando en mi mente.
Puntos de tangencia en los que el ser se sustenta.
¿Acaso es la vida este espejismo?
Te encuentro.
En los rastros del viento.
Eres la fuerza que disgrega el corazón de la montaña.
Y lo esparce.
Muy lejos.
Por los siglos de los siglos.
Caricias aéreas.
Vuelvo.
Del sueño sin sueños.
A la llamada de tu luz.
Abro los ojos.
Ríes.
Río.
Se llenan de alegría las almas.
Ocultas.
¡Tan viajeras!
Todo cobra sentido.






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