Lo poco que sé de la vida, lo he aprendido de la muerte.

Somos nada.

Han muerto los dos.
Dicen no se qué acerca del romanticismo de la situación, por el hecho de la  desaparición de ambos en tan breve distancia de tiempo. Como si no pudiesen vivir el uno sin el otro.
Si eso es el romanticismo, irse presto a  reunirse en el lugar sin retorno de la muerte, el romanticismo, entonces, es una puta mierda. Yo lo único que sé (y no le veo romanticismo alguno) es que con sólo algunos días de diferencia  (de la pérdida de mi madre y al poco de mi padre),  me he quedado sin mis referentes, me he quedado huérfano.

No sé si voy a ser capaz de silenciar este gran dolor, ni sé si voy a poder tirar de esta vida, ahora muy vacía por ésta honda brecha de profundas ausencias.

 De un instante a otro instante, cambia todo. Lo único que es certeza es que nadie escapa a la voracidad de la muerte.

¿Qué es lo que somos?

Nada.

"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos", escribía Borges.

Se acabó el tiempo de crear nuevos recuerdos junto a ellos, sin entender aún que su espíritu se encuentra impregnando mi esencia, que están en cada milímetro de mi ser, de lo que yo soy.

Lloro y mucho lloraré,  hasta vaciar la amarga alta marea de asombro que su no existencia me produce.

¡Bendito instante gratificante del llanto! bálsamo que alivia esta pena tan profunda.

La casa familiar ha perdido parte de su aura y hoy más que nunca siento descarnarse mi piel en el mundo, siento mi corazón herido fatalmente.

Las cosas han perdido su substancia, y mientras mi alma, apenas atisba a recomponer su estructura ahora maltrecha, como muchas otras veces busco un pequeño desahogo entre las letras.

Salir

Ya no puedo seguir escribiendo en la hoja reseca y muerta del pasado. Por muy grande que sea su esfuerzo en perseverar y perpetuarse.

Ya no puedo seguir porque muero de anacronismo.

Llega la hora de crear y de vivir en el intento.

La vida sin ti

Tú nunca te has ido del todo.
Puede que decidas no marcharte jamás,
ahora que sabes puedo vivir con tu ausencia.
La vida sin ti se hace lenta e insulsa,
 pero en cierto sentido es un camino en apertura, con muchos grados de libertad en sus condiciones de contorno.
Es preciso respirar aires nuevos.

Cómplices

Yo era feliz habitando tu risa.
Me bastaba tu mirada para acariciar mi alma.
Construimos un mundo de maravillosos imposibles como sitio de recreo.
Era tan hermoso que daba gloria adentrarse en él y olvidar la ruindad del mundo.

Una vez más, venceré la parálisis del miedo para poder continuar.

Vamos a por este martes.

Ojalá hubiésemos sido como en mis sueños.

Enamorada

Llega impregnando de notas de alegría la buena mañana.
Nos saluda muy efusiva y puedes apreciar como todo su ser exhala contento.
Le preguntamos por su viaje y se explaya su sonrisa de luna creciente,Entonces nos contesta de la siguiente manera:
"Yo soy muy chiquitita, muy menuda, y sin embargo con él me siento muy grande, muy grande."
Me alegra mucho ser participe, de alguna manera, de su estado de gracia. Ella, proyecta en el ambiente una luz nueva, cómplice de la dulzura y de la risa.
Ocurre cuando menos lo esperas. Ocurre y es maravilloso.

Nunca es tarde, si sientes la ocasión y la vives en el momento.

Muchos buscaron y buscan la fuente de la eterna juventud sin entender que manan sus aguas para todo aquel que vive en amor.