Cuando me dejo llenar por el silencio,
ocurre que las palabras me escogen.
Se van deslizando por el borde de mis dedos.
Y saltan a un espacio indeterminado donde hablan.
El frío invierno se arropa con un límpido manto azul de cielo.
Abrigo de la confianza.
Es el sol que transforma en rocío la escarcha.
Gotas de agua en este verde mar.
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