domingo, 30 de abril de 2017

La Fuite


Kadidja

Au firmament sans étoile
La lune éteint ses rayons ;
La nuit nous prête son voile ;
Fuyons ! fuyons !

Ahmed

Ne crains-tu pas la colère
De tes frères insolents,
Le désespoir de ton père,
De ton père aux sourcils blancs ?

Kadidja

Que m'importent mépris, blâme,
Dangers, malédictions !
C'est dans toi que vit mon âme.
Fuyons ! fuyons !

Ahmed

Le cœur me manque ; je tremble,
Et, dans mon sein traversé,
De leur kandjar il me semble
Sentir le contact glacé !

Kadidja

Née au désert, ma cavale
Sur les blés, dans les sillons,
Volerait, des vents rivale.
Fuyons ! fuyons !

Ahmed

Au désert infranchissable,
Sans parasol pour jeter
Un peu d'ombre sur la table,
Sans tente pour m'abriter ...

Kadidja

Mes cils te feront de l'ombre ;
Et la nuit, nous dormirons
Sous mes cheveux, tente sombre.
Fuyons ! fuyons !

Ahmed

Si le mirage illusoire
Nous cachait le vrai chemin,
Sans vivres, sans eau pour boire,
Tous deux nous mourrions demain.

Kadidja

Sous le bonheur mon cœur ploie ;
Si l'eau manque aux stations,
Bois les larmes de ma joie.
Fuyons ! fuyons !




Théophile  Gautier






Algunos despertares

De polvo y cenizas.
El cementerio
Se encuentra lleno
Huesos y nombres
Fechas y cedros.

Más en el aire
Moviendo el viento
Los sentimientos
Viven eternos.

Por eso vivo
Mientras te siento
Fluyendo en mi
Cruzando el tiempo.

sábado, 29 de abril de 2017

Ichthys

Y decidió recoger uno a uno los fragmentos de una realidad que se había desvanecido.
Y reunirlos poniendo en obra lo que de bueno tenían dentro.

Y entendió que era capaz de construir una nueva vida con mucho arte.








Tú me inspiras

Había olvidado decirte que tu boca es muy bonita y que sus contornos se vuelven amor al unirse con mis labios.



jueves, 27 de abril de 2017

La buena compañía

No se vive únicamente con las personas físicas alrededor de uno, se vive también en compañía del espíritu de quienes admiramos, adoramos, con su sensibilidad, su mirada sobre las cosas. Se evoluciona con ellos, gracias a ellos.
Nos acompañan.

Abdelá Taia

Imagination


No soy mujer de pájaros en la cabeza.



Pintura: Afarin Sajedi

Abril

No sé porqué me produce consuelo pensar que el brillo que aprecio en el interior de las miradas en las que me detengo, procede de un mismo fuego común, de una gran hoguera cósmica en la que nacen y se calientan las almas.

Debe ser abril el momento de sentir el más brusco vértigo de lo efímero.
Siento crecer mi vibrar, atravesada por el esplendor y la belleza. Y, hoy, una vez más me entrego a la esperanza de hacer, haciendo.

Desperté esta madrugada de un sueño extraño.
Mi hijo y yo íbamos a un viaje. Cuando llegábamos a nuestro destino y al sitio donde nos alojaríamos, comprobaba yo con estupor que había dos maletas que me faltaban de mi equipaje.

De un hecho sin trascendencia alguna, hacía drama, exigiendo al encargado del hotel donde estábamos que quería que apareciesen nuestras maletas. Lo hacía con esa manera tan primitiva de expresarme que estuvo tan arraigada en mi y que se ha ido desvaneciendo, como todas esas cosas a las que no pertenecemos.

Al despertar, entendí que no hay insistencia zarandeada una y mil veces que haga aparecer la maleta de los sueños perdidos.

No busques más aquí, aquí no vas a encontrar nada, me digo mucho últimamente.

Al desayunar, sabía cual era la carga que debo aliviar en mi y que mi subconsciente representaba de esta manera.

Nada es lo que parece en una primera instancia.

Hace meses, gracias al gran amor inspirado en mi ser, pude regresar al camino. Y no hay camino sin verdad. Y la verdad no precisa bagaje.

Hubo muchas cosas que, entonces no quise o supe escuchar, dando por cierto uno de los muchos velos que cubren la verdad y parece que la enmascaran, porque ésta, no es algo estático, es la gota de agua que brota en cualquiera de sus muchas formas, siempre nueva.

No entendía, entonces, que la verdad se conduce a través de un hilo bidireccional, o múltilple: abre los ojos desde el mismo instante en que se produce la descarga y termina alcanzando todos los recorridos posibles.
Después, la visión ha de acomodarse. Es muy duro y muy laborioso. Es un tiempo lleno de noches en blanco, de un construir historias hilvanando fragmentos sin fin,  en las que nada parece tener sentido.

En la vorágine del torbellino, al despertar del insomnio o del sueño inducido por fármacos, encuentro que hay sueños perdidos, pero también despertares livianos, desayunos de apurar los últimos sorbos amargos de este mes de abril, donde florecen hasta las ausencias.

miércoles, 26 de abril de 2017

Habla del silencio

No tengo el menor interés en dejar de recordar lo que amo.
Hablo de esos recuerdos que pertenecen a la  misma corriente con la que se abren mis brazos para recibir el pleno amor nuevo, la que se derrama desde mis manos generosas, la que atraviesa todo lo que soy.

Así es la estructura florida de mi pecho, jardín de jugosa savia que continuamente se renueva.
Así es al aura sagrada de mi espíritu.
Así el alma del alma mía.

- Habla del silencio, dijo.

Y encontré el silencio.

Y está  lleno de aquello que no pertenece a la memoria.




martes, 25 de abril de 2017

Agujero de consciencia

Nos duelen y agobian las supuestas realidades excluyentes, el modo condicional, el no saber como librarse uno de la voz pasiva.

Nos atrapa y reduce la reducida tela de araña del pensamiento.

Más el mundo es una enorme cámara de espejos que penetra el infinito.



En ti

Te asomabas al abismo del balcón de la noche, aspirando bocanadas punzantes de recuerdos rotos.
Y en un gesto de tu mano, que sólo sentían los obscuros ángeles, asías los hilos imaginarios de la dicha.

Y yo te observo. Y veo de ti algunas cosas, desde esta existencia de miradores recíprocos con destino a la nada.
Te atiendo, desde la atalaya cierta que acompaña siempre a mis dudas.
Las dudas se van desprendiendo, como escamas, con la fuerza de cada aliento. Es el ascenso que tira y tensa tu espíritu mientras descansas.

A veces, me paro yo también un ratito, en alguno de sus muchos veladores.
Me detengo.
Me recreo en la luz de tus ojos
Me deleito en su eterno refulgir.
En ti habitan millones de fuegos
De las más ignotas estrellas.

Numen

Hay cosas que siempre has sabido.
Son esas cosas que se esconden entre estratos de espacio y de silencio.
Te niegas la oportunidad de atenderlas, de escucharlas, dedicando tu precioso tiempo a atender el movimiento inercial de un mundo inventado que amplía a disminuye la geometría de sus límites según conviene a unos pocos.
 Caerán esos límites y se construirán otros, al antojo y conveniencia de otra locura distinta cualesquiera diseñada para plagarse de adeptos.

En medio del tumulto del caos, se encuentran los verdaderos deseos, son aéreos y se alcanzan  con trabajo. Te conducen a la paz sin necesidad de campo de batalla alguno.

Hay cosas que siempre he sabido.
Y que ahora hago y digo.

Al rebasar locura del pensamiento, comienza el numen.

Alma



Adoro tu alma mestiza 
Irisada luz de mil sabores 
Que resuenan en tu esencia.



lunes, 24 de abril de 2017

Es igual

Hoy recordaba, una vez en la que te pregunté, porqué te gustaba o admirabas determinado personaje histórico. Elaboraste una lista en la enumerabas los motivos. En primer lugar, escribiste, que  como estaba muerto no podía decepcionarte.
Hoy recordaba esto, porque me hacía gracia descubrir que ha llegado un punto en el que ni los vivos me decepcionan.
¡Y qué gusto!

Me imagino el cielo como un inmenso tablero de ajedrez en el que, sin embargo, no puedes escaquearte.

En él, paseamos sin prisas, que para algo somos eternos. Yo te escucho mientras caminas con las manos recogidas en la espalda.
Hablas, mucho, mucho, pero a mi me encanta escucharte, porque así te miro y te remiro a gusto. Yo tengo los bolsillos llenos de puntos y de comas. Voy a regalártelos, por si decides alguna vez hacer alguna pausa.

Paso muchos buenos momentos leyendo todas las líneas preciosas que has escrito para mi, tal vez, para todos, ¿qué mas da?

Sólo sé que eres mi sonrisa.

Te he buscado una y mil veces al otro lado, sin entender que eres mi misma esencia.

Te encontré al encontrarme.

Quizás seas tú quien me encontró al encontrarse.

Es igual.












viernes, 21 de abril de 2017

Lion


Tras muchas consideraciones, cavilaciones vanas y confusiones varias, ahora lo sé:

Adoro tu melena y el oro de tus ojos.

Como no podía ser de otra manera.




En abierto



Es bastante sencillo, porque no hay nada que comprender.

Puse mi corazón donde sólo había coraza.







Continente y contenido

Intentar alcanzar el espíritu a través del pensamiento es algo así como creer que el genio que se decía estaba atrapado en la lámpara, cumplidor de deseos, era algo distinto al genio creador.

Y está donde tú quieras que esté.

La lámpara. los objetos, el lugar el tiempo, son sólo pensamiento.

Una vez,


Materia sensible


Sólo podemos alcanzar a ver las luces y los detalles de las sombras que nos permite nuestro umbral
sensible.



Un ratito

Detenerse un ratico,
con admiración,
en lo que nos gusta,
en los que nos ennoblece y nos hace sentir la grandeza exenta de medida.
Ahí está el brillo.
No se ve,
no es tuyo, ni es mío: a nadie pertenece.
Es eso que nos une.

Siento los pájaros trinar
porque no saben de tristeza.
Su pasión es fuego aéreo.
Sin necesidad de pensar en ello,
expresan toda la belleza de la que son capaces.

No era recordar.
Ni aprender.

Soy el trino y la mano que escribe.
Y la tristeza que, a veces, siento.
Y el hambre de vida que me llena.

Samá


El samá’ es el adorno del alma que ayuda a ésta a descubrir el amor, a experimentar el escalofrío del encuentro, a despojarse de los velos y a sentirse en presencia de Dios.


Rumi





jueves, 20 de abril de 2017

Olmo alfombrado




El viento juega con las semillas a construir la cambiante cartografía de los instantes.

Sólo hay una voz

No permitas que nadie te diga lo que tienes que hacer.

No te permitas decir a nadie lo que tiene que hacer.

Escucha sólo tu voz, aunque a veces se esconda entre muchos cuartos.


De Sancho a Sanchica (y viceversa)


- La vida es un continuo transitar, es un "estar recogido en casa" y , también, un "andar banduendo por ahí".
(Él)

- Sólo hay descanso en lo eterno.
(Ella)


Sanchica Estrella 

Partículas menores



El viento, aunando miriadas de partículas menores, esculpe paisajes de sublime belleza.









White

Muchas veces me preguntaba, cómo podría yo desenvolverme en medio de tanta obscuridad, sin perderme irremediablemente.

Presentí, agotada, que el ansia de encontrar la luz me cegaba.
Por contraste, profundizaba más y más mediante las sombras de la luz en el mundo de las formas y me confundía.

Así, entre luces y sombras, supe hacerme camino a galope, en cada latido, en compañía de tu albura, de tu belleza; ingrávidos como oro del sol que acaricia la espuma del mar al deshacerse en las olas.








miércoles, 19 de abril de 2017

Introspicere



He vivido al borde de la locura, queriendo saber las razones y llamando a una puerta. ¡Había estado llamando desde el interior!

Rumi






Nunca importa el lugar


¿Desfragmento mi memoria?


















Mejor, paso.

Simultaneidades

Abrirse paso en canal
De las sombras de lo que fue
Al encuentro.

Dejar fluir la emoción
Hacia el misterio
Sin parar ante lo incierto.







Siddharta

Amigo, he de confesarte que no encuentro gran diferencia entre los pensamientos y las palabras. Francamente, tampoco a los pensamientos les concedo gran importancia. Me gustan más los objetos. Aquí, en esta barca, por ejemplo mi antecesor fue un hombre, un santo que durante muchos años creyó simplemente en el río, en nada más. Notó que la voz del río le hablaba; de ella aprendió. Ella lo educó y enseñó. El río le parecía un dios. Durante muchos años ignoró que todo viento, nube, pájaro o escarabajo es igualmente divino y sabe y puede enseñar tanto como el río. A pesar de esto, cuando ese santo se marchó hacia los bosques, lo sabía todo, más que tú y yo, sin maestros, sin libros, sólo por medio de su fe en el río.

Govinda replicó:

- Pero lo que tú llamas "objeto", ¿es realmente algo que tiene sustancia?, ¿no se trata sólo de un engaño de Maya?: únicamente imagen y apariencia? ¿son en verdad reales tu piedra, tu árbol, tu río?

- Tampoco eso me inquieta - repuso Siddharta - ¡Qué importa que sea engaños o no! Si lo son, entonces yo también lo soy, son de mi misma naturaleza. Ese es el motivo que me impulsa a amarlas y venerarlas: son mis semejantes, por ello las puedo amar. Y ahora escucha una teoría que te hará reír: el amor, Govinda, me parece que es lo más importante que existe. Penetrar en el mundo, explicarlo y despreciarlo, es cuestión de interés para los grandes filósofos. Pero a mí, unicamente me interesa el poder amar a ese mundo, no despreciarlo; no odiarlo ni aborrecerme a mí mismo: a mi sólo me atrae la contemplación del mundo y de mí mismo, y de todos los seres, con amor, admiración y respeto.

Herman Hesse
Siddharta



Jill Holland

martes, 18 de abril de 2017

Vías



Se necesita mucha vida para elaborar un perfume.

Nada para encontrar la esencia.






Explorando el azul

Recuerdo esta lectura.
Fue de las muchas cosas importantes que me condujeron a lo que soy ahora.




Dividir cualquier cosa en lo que debería ser y lo que es, es el modo más engañoso de habérselas con la vida.

Pero si todavía quiere averiguar lo que es amor, verá que el miedo no es amor, que la dependencia, los celos, la posesividad y la dominación no son amor, ni lo son la responsabilidad ni el deber; la autocompasión no es amor, ni tampoco la agonía de no ser amado. El amor no es lo opuesto al odio, de la misma manera que la humildad no es lo opuesto a la vanidad. Así pues usted puede eliminar todo eso, no forzándolo sino lavándolo al igual que la lluvia limpia el polvo que se ha posado a lo largo de muchos días sobre las hojas.

Usted quizás dará con esa extraña flor por la que el hombre siempre suspira.

Tan solo hay belleza cuando su mente y su corazón conocen lo que es amor.

Sin amor y sin ese sentimiento de belleza no hay virtud.

El pensamiento llega a comprenderse a si mismo y con toda naturalidad llega a su fin. El amor, entonces, no tiene opuesto; el amor no tiene conflicto.

Jiddu krishnamurti



Flor de Jade

La sal

No es tanto lo que haces, en que cosa trabajas.
Lo importante es como, las maneras, la buena factura.

No se trata de medir los pasos del recorrido.
Es saber que la meta nunca se termina de alcanzar.

El hombre es el ser que se perfecciona.














Ora et labora


Hay un más allá de lo aparente donde detener la mirada, desde donde construir algo nuevo y bueno. Más, sólo tú puedes encontrarlo desde el conocimiento.

Hay una salida al dolor, un rescate al sufrimiento, en unas manos amigas que lo alivian y calman. En un abrazo silencioso, en una caricia.

Siempre queda un beso escondido en el rincón más obscuro del alma. Despierta en tu despertar y luego se hace alas.

La vida es plena desde el trabajo infatigable e incesante que enaltece el espíritu.

Sin trabajo una mente llena de ideas conduce a la locura.

Sin trabajo una mente vacía de ideas permanece vacía de ideas.

Ora et labora









lunes, 17 de abril de 2017

Cronoterapia ilustrada y reseteo lumínico selectivo

Abrimos el espacio de los instantes perpetuos y se nos dibuja perfil de interrogante.
¿Qué es lo que pinta la luz de ese allí  en este ahora?
Nos asomamos a la toma.
Basta un somero análisis visual para notar lo mucho que hemos cambiado e intentamos hacer, en un ejercicio del absurdo, balance con respecto de los otros personajes que salen en el cuadro.

Busque usted sus viejos álbumes de fotos, o mejor: deje que le encuentren ellos a usted en un renuncio de desasosiego.
Resultan de especial interés aquellos que quedaron relegados en la polvorienta estepa del alma, ésos que se dejan notar asomando una esquinita desconchada entre las costras de barro.
Elija un par de estas incrustaciones al azar, guiado sólo por la atracción que le produzca su vibra.
Vestido con sus mejores galas: el traje de fumar, su monóculo bien ajustado y los álbumes escogidos, se encuentra preparado para venir a nuestra consulta de cronoterapia ilustrada.
Nos gusta mucho trabajar con impresiones en papel, pues somos unos clásicos. Pero también es divertido trabajar en formato digital. Si es este el caso, necesitamos un dispositivo de salida de imágenes limpio de huellas dactilares. El pasado no puede tocarse, porque no es un instrumento. Se trata de establecer un nuevo orden, el adecuado a los acontecimientos, el necesario para vivir en armonía con el ahora.
Nosotros somos sólo un medio para ayudarle a usted a reajustar la visión de su monóculo y compartir con usted algunas pautas para hacer un reseteo lumínico selectivo, si es que así lo desea.

Quizás no se ha planteado nunca, que cada instantánea abre un portal a través del cual se puede penetrar, entre otras muchas cosas, a los secretos y traumas del pasado.

La sesión es gratuita, aunque se agradece el trato amable, la limpieza y el decoro.Pero, sobretodo, venga provisto de su monóculo y de los álbumes, dispuesto a pasar un buen rato de risas.

La manera de proceder es sencilla hasta donde sabemos. El resto, lo que no sabemos, lo vamos inventando juntos sobre la marcha.
Usted  elige la fotografía que desea analicemos. Nosotros, le incidiremos respecto de algún aspecto o personaje que nos inquieta, o que nos suscita una sensación concreta. A continuación, le expresaremos esa emoción, sensación o asociación de ideas, mayormente a través del lenguaje oral y gestual.
Como no nos conocemos de nada, usted y nosotros, incidir en el carácter lúdico de esta innovadora técnica. Estamos jugando a leer imágenes de su historia personal con usted. Podemos hacerlo, mayormente, desde el inconsciente colectivo. También desde algún otro lugar, donde se cimienta nuestro secreto profesional.
Después, con la información que le suministramos, usted está en condiciones de re-interpretar los acontecimientos de su vida abiertos al plano consciente.

Lo haremos con cuantas fotografías desee, durante el tiempo aproximado de una hora. Una hora de reloj, no una hora cúbica de Unamuno,  ni una filosófica, ni tampoco una relativa: que no haya malentendidos a posteriori.

Tenemos a su disposición un brasero, por si desea incinerar y purificar mediante el fuego alguna toma o incluso el álbum entero.

Yo les puedo comentar, desde mi experiencia y observación personal que gracias a esta técnica, reconozco a los habitantes de mi pecho. Son, parecidos a mi, muy juguetones. Nos gusta mucho partirnos de risa: sí, estallar en mil pedazos de inmaterial alegría.
¡Ah! Y otras cosas.
Pero del amor, no se habla.




Foto: Alessio Zeta


Pieles en continuidad


Serás amado el día en que puedas mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza. 



Cesare Pavese 




domingo, 16 de abril de 2017

Paradise




El paraíso se encuentra en el interior de un instante de dicha.

Foto: Visoot Uthairam


Carácter potencial

Propongo un juego de trazo libre que me han enseñado. 
¿Quieres jugar?
Sobre mi mano extendida, pon tu mano en sentido perpendicular (como si fueses a cortar con ella) y divide mi mano extendida como sientas.
Ahora, elige una de las dos partes en las que queda dividida mi mano, al trazar esa línea imaginaria.
Una de las partes, está constituida por las personas que contribuyen a preservar el mundo de la destrucción.
La otra parte, considerablemente mayor, destruye el planeta, consciente e inconscientemente.
Intenta adivinar, a cual de esas dos tendencias corresponde tu elección, respecto del trozo que has elegido. 


Una buena persona, siempre suma.
Luego están esas excepcionales personas que todo lo que tocan lo multiplican por mil.
La gran mayoría hace lo que buenamente puede: sobrevivir, peor que mejor.
No es suficiente.

La belleza es el lenguaje de la vida.

Atendamos el propio. Observemos nuestros actos con suma atención. 
Apenas estoy re-aprendiendo a balbucear. 
Y no me canso.










No hay puertas en el cielo

Encuentro un raro placer en pasear sin ser consciente de usar los pies para desplazarme, en ir descubriendo detalles nuevos en esas cosas que parecían inmutables y que finalmente ceden a la erosión del tiempo.
Me gusta detenerme en mis particulares rincones atraída por el alma verde de las plantas, allí donde pequeños brotes coinciden con las hierbas de la niñez de mi memoria.

Casi todos los lugares han cambiado hasta llegar a lo inverosímil. Apenas queda alguna de las grandes casas de labor con sus huertos delatados al exterior por la fronda de sus árboles, asomándose curiosos al perfil de las calles. También desparecieron los hermosos empedrados de las calzadas, en las que cada caída producía grandes brechas en las rodillas y los codos. Todos los que fuimos niños de la calle, tenemos cicatrices.

Sin embargo, permanecen las pequeñas plantas y hierbas que crecen de manera espontánea, arrastradas sus semillas por la lluvia y el viento. Y lo hacen exactamente en los mismos sitios de siempre, vestidos ahora con peores galas y mayores estrecheces. El espacio donde desplegarse ha quedado reducido a la mínima expresión, sitiado por las losas y ladrillos del absurdo, pero de manera insistente permanecen.

De alguna manera, podría reconstruir el tramado de la memoria de los lugares de mi niñez a través de los sitios donde se reúnen las malvas con las amapolas, las pequeñas espigas huérfanas y el diente de león y otras muchas hierbas cuyo nombre desconozco. Son los lugares donde crecen las plantas sin dueño que con su presencia, sutilmente nos recuerdan, la vocación de la naturaleza.

De todas esas flores silvestres, hay unas flores que al verlas me transportan a los primeros años de mi infancia.

Son flores muy pequeñas, a mi me parece que tienen una forma de "mini-gallinita".

Si ves cerrada la flor parece una gallina muy seria. Pero si aprietas un poquito en su parte inferior, la flor se abre y se le ven los dientes: son los estambres de la flor. Entonces, parece que ríe.

Es muy rara la vida. 
Es muy extraña la manera tan plástica con que se modela la memoria.

Cuando volví aquí, después de tanto tiempo me sentía muy perdida. 
Y algo que pasa tan desapercibido como son las flores silvestres, su  re-descubrimiento me ha ido re-conectando a otras muchas cosas.

Al lado de casa de mis abuelos, muy cerca de mi casa familiar,  existía un hermoso parque. El único parque que había entonces en el pueblo. Era muy frondoso, lleno de árboles y con tupidos parterres misteriosos donde nos escondíamos. Sus bancos eran de madera y siempre estaba cuajado de rosas. Formaba parte de nuestra existencia. Lo han convertido en una plaza dura con una especie de jaula para que jueguen los niños.

Hay cosas que es mejor no tocarlas, porque son preciosas.
Pero no: se atreve a tocar la canción más difícil quien de música no sabe nada.

Los niños no necesitan barrotes, sino amplios horizontes donde perder la mirada y encontrarse seguros, confiados, siempre con algo nuevo.
Los niños juegan como y donde les da la gana. 

He sentido durante tanto tiempo las cierres de puertas y los miedos ajenos, que al final adopté muchos y los hice propios.

En esa temprana niñez, de jugar a la gallinita flor, se les inspiró a mi padres la idea de no dejarnos salir a la hora de la siesta a la calle.
Terminábamos de comer y sin explicación alguna, nos dejaban encerradas con doble giro de llaves.
El giro primero de muñeca, dejaba vedado el acceso al paraíso de la siesta.
Con el movimiento de la segunda llave, quedaba bloqueada la salida directa desde casa hacia calle. agostada por el viento solano, insoportable en las horas medias del día.

Quizás, hubiesen bastado unas palabras amables que apelaran el sentido común.
Era el tiempo en que las decisiones, por absurdas que parecieran y fueran, no se cuestionaban.

Más no existen imposiciones que limiten la mente juguetona de un niño.

Al principio, inventamos algunos juegos para amenizar las interminables horas de encierro. Pero ya se sabe: el hecho de que te prohíban algo es el mejor acicate para incitarte a hacerlo.

Con frecuencia se nos pasa por alto lo obvio: que el remedio suele estar al ladito del agente que causa el mal y enseguida encontramos la manera de largarnos de allí.
Así es que, conforme se iba aproximando la hora de la siesta, el corazón se nos comenzaba a acelerar y bastaba una mirada entre nosotras para notarnos la picardía en el rostro, sabedoras de lo que haríamos a continuación de ese cierre obligado.

Escalábamos instantes construidos con montones de ladrillos, apilados para la ocasión en el orden preciso para la evasión.
Ascendíamos sobre ellos hacia el tejado que cubría el porche, que apoyaba en una medianería en su punto más alto. Ésta, disponía de un otro lado configurado en forma de ideal ladera descendiente, a base de montones de leña apilados y de trastos y cachivaches múltiples.

Recuerdo los nervios, el estruendo que hacían los ladrillos mientras los colocábamos a toda prisa, lo pesados que parecían en mis pequeñas manos. Los tomaba metiendo los dedos entre sus agujeros rectangulares, con cuidado de no cortarme; me costaba mucho levantarlos, se me doblaban las muñecas y al ponerlos sobre la fila inferior, a hueso, se sentían su chirriante tacto rasposo.
Al escalar, la sensación era de desahogo, notando el calor a través de unas sucintas chanclas de dedo. Las piernas nos abrasaban al gatear sobre el tejado.

Después, al otro lado, todo era más sencillo, pues el miedo a ser pilladas se había desvanecido. Era un sortear pequeñas ramitas, troncos y trastos diversos.
Y así, al tocar el suelo de los vecinos, siendo invasoras de la propiedad ajena, nos sentíamos libres.

La casa de los vecinos era la casa más grande del barrio y sus corralones y dependencias anexas eran de libre acceso para los niños del pueblo.

Al otro lado había una puerta falsa, que aparentemente estaba cerrada, pero en realidad no se cerraba sino de noche. Era la puerta falsa de los vecinos, justo la puerta que estaba al lado de la que mis padres nos cerraban con llave.

Muchas veces nos quedábamos jugando en las dependencias vecinas y después, cuando considerábamos, nos volvíamos a nuestra casa por donde habíamos venido.

Otras veces salíamos a la calle y el sol nos abrasaba la piel, pero no lo notábamos contentas de poder ir donde quisiésemos. Nos íbamos a los albercones a bañarnos.
Yo no recuerdo las regañinas, que las había, sólo la piel roja, el olor a cal en la piel del agua de pozo y las ganas de vivir más.



Nuestro anhelo de explorar, crea los caminos que conducen hacia otras puertas en apertura.
Estas puertas renuncian a sus defensas pues el recinto en el que se representan ignora el temor, allí, no impera la ley del miedo. Esos vanos, son umbral donde se restituye la confianza: la que otorga su apertura y con la que se penetra a ese espacio.

Al lado de una puerta cerrada, siempre hay al menos otra que está abierta permanentemente.





viernes, 14 de abril de 2017

Vitis vinifera




La flor es flor

Sé que es difícil, buscar razones allá donde no hay nada que entender.
Sé que es difícil, renunciar a los malos hábitos mentales.


La belleza es un estado interior inmutable.
Muchas veces se confunde con proyecciones e imágenes exteriores, con la multiplicidad fabulosa en la que se manifiesta la belleza en el plano natural, mostrando su generosa grandeza.
Y se siente en cada instantánea su eco, su incomparable eco siempre distinto.

La flor es flor.

No hay nada más que entender.



Foto: Pablo Passero

Name


¿Acaso existe algo más hermoso que volver a aprender el nombre de los seres y de las cosas?




Hombre


No hubo forma ni mundo que tuviera consistencia antes de que existiera la forma del hombre.
Pues esa forma lo contiene todo y todo lo que hay existe por ella.

Zohar

VY Canis Majoris


¿Cómo medir la magnitud del alma desde el cuerpo físico, que es su expresión infinitesimal al otro lado del espejo?


Has de morir, una vez al menos, para contemplar  el infinito que se estructura en el fondo de tus manos y sentir el vértigo del ascenso.



Yo no podía soportar un instante más contigo sin poder tocarte, porque esa infinitésima de universo que compone mi cuerpo, está hecha para sentir.
Me sentía presa, olvidada en tu trinchera.
Veía desmoronarse mi castillo de naipes.
Desee el silencio: elegí no saber.
Desde esa supuesta ignorancia, verifiqué que algunos deseos se cumplen.
Así ocurrió que en el instante que pedí no verte nunca más, dejé de ser yo misma para siempre.



Ahora, desde esta breve perspectiva, la realidad que muy poco a poco descubro, no es ni mejor ni es peor: es la que es.
Es un trabajo indescriptible y solitario, pero es muy necesario.
Cuando pierdes tu aparente identidad, has de reconstruirte con los pocos elementos que sabes que son válidos y crecerlos. Es muy complicado y te pierdes muchas veces. Y no hay fin.

Cuando el ser en el que sientes el amor con más intensidad te dice que el amor no existe, que sólo hay cariño, ternura, complicidad y toda una serie de adjetivos inmisericordes, sientes perfectamente como el corazón se desangra.
¿Cómo es posible?, te preguntas.

Luego, percibes ese gran dolor como un recorrido, con unos matices bien distintos.


Fue que en un inspirado último momento decido vivir y dejar de creer.

Ésto, lo voy viendo muy poquito a poco después, luego de levantar muchísimas capas de irrealidad.
Es apenas hace un instante que comienzo a vislumbrar que he ocupado demasiado tiempo y espacio creyendo.

Tan arraigado en el lenguaje "creo que", como los "hay que", "tienes que"...

Son, entre otros muchos, los fundamentos de los muros del pensamiento.
Más el pensamiento es muy grande, pero es finito pues se compone de piezas fragmentarias. Bien usado es útil, utilizarlo lo justo y necesario es tarea para toda una vida.


Me gusta mucho jugar, a muchas cosas, sobretodo a las que hacen reír las almas.
Por ejemplo hay un juego en el que según la expresión de la cara en un momento, jugamos a sugerir el astro inspiras en un momento dado o elegir el astro que quieras ser.

A veces, Marcos me siente Luna y yo a él Canis Majoris.

Dice que Fénix, la gatita, es Ceres porque es más pequeñita.


¡Hay tanto espacio entre las estrellas y cuerpos celestes!

Quizás para nada perturbe su llama.

¿No será una estrella gigante el peso que tiene el alma?























Now here


Let us leave theories there and return to here's here. Now here.

James Joyce




Marcel Duchamp, Puerta en lugar de dos puertas, 1927

jueves, 13 de abril de 2017

Paroles

El sentido de las palabras es compartir la emoción de un instante que sabe a eterno.

Sentir en ellas, con ellas,  el gran tesoro invisible que se encuentra custodiado en el interior de cada alma.





Desde el silencio



El silencio es una piel sedienta de caricias, siempre dispuesta a la entrega.

El silencio son unos ojos guardianes que descubren belleza  allá donde se posa su luz.

El silencio es aire acunado en un suspiro, que llena con descanso la ausencia de dolor.

El silencio es hilvanar en tu mente, una tras otras, como las piedras preciosas de un collar todos los instantes de dicha en que fui partícula compartiendo tu risa.

El silencio es el prana efervescente que reúne los contornos con que se estructura la vida.


Alguna vez dejaremos de necesitar las palabras. 
Será cuando todo nos digamos desde el silencio.

martes, 11 de abril de 2017

Y yo, más, decían sin decir nada.

Decidiste detener tus pasos y entregar a su cobijo tu descanso.
Él, te otorgó su sombra, el delicado perfume de sus flores, el verde descanso para tu mirada. El dolor inevitable de la existencia se iba disipando un poquito en el tintineo de sus hojas mecidas por la suave brisa.
Tú, le ofreces el envoltorio de esas cosas a las que te entregas, que es desmedido respecto de la importancia de su contenido.

¿Recuperará el sentido este mundo?

Leía hace un momento que ofrecemos lo que tenemos.
Entonces, será que no sabemos apreciar lo que tenemos.


Quelques choses

La mente, el pensamiento y la inteligencia se deberían utilizar de manera adecuada. La mente para estar, la inteligencia para reaccionar y el pensamiento para recordar.
Sin forzar y con suavidad.

...M

Diógenes y Alejandro

Al oír hablar sobre Diógenes, Alejandro Magno quiso conocerlo. Así que un día en que el filósofo estaba acostado tomando el sol, Alejandro se paró ante él.

Diógenes se percató también de la presencia de aquel joven espléndido. Levantó la mano como comprobando que, efectivamente, el sol ya no se proyectaba sobre su cuerpo. Apartó la mano que se encontraba entre su rostro y el del extraño y se quedó mirándolo.

El joven se dio cuenta de que era su turno de hablar y pronunció:

- "Mi nombre es Alejandro El Grande”. Pronunció esto último poniendo cierto énfasis enaltecedor que parecía más bien aprendido.

- "Yo soy Diógenes el perro”

Hay quienes dicen que retó a Alejandro Magno con esta frase, pero es cierto también que en Corinto era conocido como Diógenes el perro. Alejandro Magno era conocido en la polis así como en toda la Magna Grecia.

A Diógenes no parecía importarle quien era, o quizá no lo sabía.

El emperador recuperó el turno:

- "He oído de ti Diógenes, de quienes te llaman perro y de quienes te llaman sabio. Me place que sepas que me encuentro entre los últimos y, aunque no comprenda del todo tu actitud hacia la vida, tu rechazo del hombre virtuoso, del hombre político, tengo que confesar que tu discurso me fascina".

Diógenes parecía no poner atención en lo que su interlocutor le comunicaba. Más bien comenzaba a mostrarse inquieto. Sus manos buscaban el sol que se colaba por el contorno de la figura de Alejandro Magno y cuando su mano entraba en contacto con el cálido fluir, se quedaba mirándola encantado.

- “Quería demostrarte mi admiración", dijo el emperador. Y continuó: "Pídeme lo que tú quieras. Puedo darte cualquier cosa que desees, incluso aquellas que los hombre más ricos de Atenas no se atreverían ni a soñar".

- “Por supuesto. No seré yo quien te impida demostrar tu afecto hacia mí. Querría pedirte que te apartes del sol. Que sus rayos me toquen es, ahora mismo, mi más grande deseo. No tengo ninguna otra necesidad y también es cierto que solo tú puedes darme esa satisfacción”

Mas tarde Alejandro comentó a sus generales: "Si no fuera Alejandro, me hubiera gustado ser Diógenes."

(Narración extraída del blog "loscuentosqueyocuento") 

Corriente alterna


Power on.

Camuflaje

El disimulo nunca fue arte.

Semeja tiempo que se invierte en representar una comedia de la decadencia.




Medianerías del absurdo


Sin necesidad de palabras, sin más que el evidente despliegue de su encanto, la naturaleza recuerda una y otra vez que, quizás, no hemos aprendido nada.

Mi santo


Todos tenemos un santo al que ofrecemos nuestra devoción.



Foto: Robert Doisneau

La primera vez que te vi







Estudio y planificación de acercamiento.



(El libro de las relaciones - Alberto Olivares)

domingo, 9 de abril de 2017

Mirada a la belleza

Y un Poeta dijo: Háblanos de la Belleza.

Y él respondió:

¿Dónde buscaréis la belleza y cómo la hallaréis a menos que ella misma sea
vuestro camino y vuestro guía?
¿Y cómo podréis hablar de ella
a menos ella misma teja vuestras palabras?

Los afligidos y los heridos dicen:
La belleza es buena y suave.
Como una joven madre, ruborizada de su gloria, camina entre nosotros.

Y los apasionados dicen:
No, la belleza es algo poderoso y temible. Como las tempestades,
sacude la tierra bajo nuestros pies
y el cielo sobre nuestras cabezas.

Los fatigados y agobiados dicen:
La belleza está hecha de murmullos.
Ella habla de nuestro espíritu.
Su voz llega a nuestros silencios
como una luz tenue que tiembla en el miedo de la sombra.

Pero los turbulentos dicen:
Hemos oído sus gritos entre las montañas.
Y con sus gritos oímos ruido de caballos,
batir de alas y el rugir de leones.

En la noche, los vigías de la ciudad dicen:
La Belleza despuntará en el Oriente con la aurora.

Y al mediodía, los trabajadores y los viajeros dicen:
La hemos visto inclinada sobre la tierra,
desde las ventanas del Poniente.

En invierno, los prisioneros de la nieve, dicen:
Vendrá con la primavera, brincando sobre las colinas,

Y en el calor del verano, los segadores dicen:
Nosotros la vimos danzar con las hojas del otoño, y había polvo de nieve en sus cabellos.

Todas estas cosas habéis dicho de la belleza.
Pero, en verdad, no hablasteis de ella,
sino de deseos insatisfechos;
y la belleza no es un deseo, sino un éxtasis.
No es una boca sedienta,
ni una mano vacía y extendida.
Sino un corazón inflamado y un alma encantada.
Ella no es la imagen que quisierais ver,
ni la canción que quisierais oír.
Más bien, es una imagen que veis
aunque cerréis los ojos,
y una canción que ois aunque os tapéis los oídos.
Ella no es la savia bajo la arrugada corteza,
ni un ala atada a una garra,
sino más bien un jardín siempre en flor,
y una multitd de ángeles siempre en vuelo.

Pueblo de Orfalese,
la belleza es la vida
cuando la vida revela su santo rostro.
Pero vosotros sois la vida, y vosotros sois el velo.
La belleza es la eternidad contemplándose
a sí misma en un espejo.
Pero vosotros sois la eternidad
y vosotros sois el espejo.

Khalil Gibran 




Más allá de las luces y de las sombras




Del agua aprendí la naturaleza vibratoria del universo.

Tears





Hay lágrimas
que caen sin dolor
Sin alegría, ni pena.

Son sólo caudal de agua
lleno de sal de esta tierra.


La sonrisa etrusca

Dejé la casa abandonada.
El hogar de la casa se consumió hasta quedar apagado y al llegar el invierno no se veía salir  humo por su chimenea.
No se notaban arreboladas mis mejillas.
Ni se sentía el tintineo de la risa, al despeinar la brisa del mar mis largos cabellos de cobre.

Deshojaba margaritas, permitiendo que un mecanismo del azar inventado para la ocasión decidiese la suerte de mi destino. Yo, inconsciente, mutilaba la belleza.
Sin entender que desconectada de todo, anulaba las respuestas y las preguntas que era capaz de formular, porque pensar-se isla no significa serlo.

Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...
Después, con saber si la flor tenía un número par o impar de pétalos abreviabas el juego.
¿Cuánto hacía que habías dejado de quererte a ti misma?
¿Acaso no son el Maestro y Margarita una hermosa manifestación simbólica del amor?

Mi casa quedó descuidada y vacía. Su territorio y sus estancias fueron usurpadas por otros.
Ay: la voz pasiva.
Las múltiples formas verbales en las que nos perdemos y reencontramos.
El espíritu enjaulado, apresado en pensamientos vanos.
La mente divagando entre la niebla que difuminaba los planos de la realidad en un angustioso caos.

Me parece esto, ahora, tan absurdo, tan lejano.

Después de una larga noche de insomnio, se sucedía una noche aún más larga en la que cada acontecimiento perdía su sentido. 
Y así, hasta que acontece la noche eterna.
La noche de la soledad extrema.
No importa la ayuda que pidas: nadie acude, ni acudirá jamás, es la primera y la última noche del alma.
El mundo colapsa.
En una sucesión de violentas sacudidas el corazón se para.
Respiras débilmente y deseas que todo acabe.

El tiempo sólo necesita unos instantes para morir. Instantes en los que todo el dolor y todo el amor del mundo te atraviesan por completo en todas sus manifestaciones y modos.

Entonces, tu cerebro no puede soportarlo más y, también, se para.

Todo termina.
O no, depende de lo que elijas.

En apariencia, todo sigue sus ritmos, pero ya nada es igual, hasta tu piel comienza a renacer.
Lo primero que percibe es paz.
Luego una sonrisa, esa que siempre es.







sábado, 8 de abril de 2017

Al otro lado


Hay cosas que no se dicen
Que se sienten como un pálpito
Que se saben en el alma.

Son cosas que no se ven
Pues no son haces de sol
Quienes las forman y crecen.

Cosas que caben en todo
De regreso hacia la mar.



Avec plaisir


Que soltase la liana, era sólo cuestión de fuerza.

La liana sigue ahí penduleando incesantemente, quizás atraída por el centro inexistente de una huella impresa en el vacío.

Nada por aquí.
Nada por allá.



Esencial mente

El fijarse es un pesar
Que más temprano que tarde
Acaba siendo un mal lastre
En el arco de la espalda.

Atiendo al instante claro
Que iluminando la mente
Vive muy dentro del alma.

Buena cosa es ser lectores
De lo que nos cuida y salva
Que es el amor que nos fluye
Y se recrea en el alba.

Yo no quiero ser perfume,
Pues soy esencia sagrada.
El tamaño de mi NO, es directamente proporcional al del yugo con el que intentas someterme.

La palabra primera que aprendió a decir mi hijo no fue ni papá, ni mama, ni agua. Fue NO.
Ahora entiendo que, entre otras muchísimas cosas, vino a este mundo a enseñarme a hablar de nuevo.




viernes, 7 de abril de 2017

Todas las flores





Cada flor es única e irrepetible su esencia.

Hay belleza en todas y cada una de las flores.
Lo importante es la mirada.