sábado, 30 de diciembre de 2017

Ola


Las pequeñas tragedias de cada día se componen de olas que baten el costado de nuestro navío. La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale. Una sola ola es la que te hace naufragar. De ésa hay que salvarse.

El cuerpo y las olas
Manuel Vicent




viernes, 29 de diciembre de 2017

Entonces era que se llenaba de luz la noche más vieja a través de sus sentidas palabras.
Me sentía dichosa leyendo y releyendo esas maravillosas letras que creaba para mi.
Mientras, se disipaba entre los vapores del alcohol, la punzada dolorosa de su ausencia.



A veces, las almas se unen y confunden en el territorio comanche de los cuerpos. En esa "super realidad" donde se difuminan y esfuman las fronteras, ganando el sentir gozoso el pulso al pensamiento.


Y sin embargo, seguimos recurriendo a las palabras y encontrando a su través sensaciones y sentimientos nuevos que resuenan dentro. Aunque sólo sean cosquillas y pequeños fogonazos traviesos del alma.


jueves, 28 de diciembre de 2017

El enigma de la existencia consiste en que el tiempo entero se acumula en el presente. El pasado y el futuro bailan en la punta de una aguja de nieve que es el alma, de modo que estar vivo no es más que repetir lo que a uno le queda todavía por vivir.

Manuel Vicent

lunes, 25 de diciembre de 2017

Él, de buena mañana,  con más contundencia que virtuosismo, silbaba, hasta que poco a poco se arrancó a modular algo parecido a un canto.

Mi madre lo sentía y se quedaba admirada del ánimo alegre de Darío, pues hacía apenas unos días que su esposa había fallecido.

Dirigiéndose al él, mi madre, le increpó diciéndole:

- Darío, ¿cómo puede usted cantar?, qué se acaba de quedar viudo.

Él, le contestó:
- Ramona, el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
Acto seguido, continuó con su improvisada tonada.


En su inicio, el duelo es un estar a ratos. Estar sólo en esas breves treguas que establece el dolor con la existencia, necesarias para darle algo de vuelo  a las almas desgarradas.
















Quien volviendo a hacer el camino viejo, aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.

Confucio


sábado, 16 de diciembre de 2017

...¿no has observado, al pasearte por esta ciudad, que entre los edificios que la componen, algunos son mudos, los otros hablan y otros, en fin los más raros, cantan?
No es su destino, ni siquiera su forma general lo que los anima o lo que los reduce al silencio. Eso depende del talento de su constructor o bien del favor de sus musas.

Paul Valéry

jueves, 14 de diciembre de 2017

Relojes

Un fama tenía un reloj de pared y todas las semanas le daba cuerda CON GRAN CUIDADO. Pasó un cronopio y al verlo se puso a reír, fue a su casa e inventó el reloj-alcachofa o alcaucil, que de una u otra manera puede y debe decirse.
El reloj alcaucil de este cronopio es un alcaucil de la gran especie, sujeto por el tallo a un agujero de la pared. Las innumerables hojas del alcaucil marcan la hora presente y además todas las horas, de modo que el cronopio no hace más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va sacando de izquierda a derecha, siempre la hoja da la hora justa, y cada día el cronopio empieza a sacar una nueva vuelta de hojas. Al llegar al corazón el tiempo no puede ya medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el cronopio encuentra un gran contento, entonces se la come con aceite, vinagre y sal, y pone otro reloj en el agujero.

Julio Cortázar
Lo suyo
Nunca fue silencio.
Sólo es ausencia.
Ahora sí lo sé.







miércoles, 13 de diciembre de 2017

A rosas

Esta mañana al entrar en su habitación,  un sutil olor a rosas fragantes inundaba todo el espacio, ese es su olor. He llenado de ese aire perfumado mis pulmones, que ponía en evidencia su ausencia. ¡Buenos días, tristeza!

Miro su cama y se me representa la imagen de su bolsa de viaje sobre la cama. Permaneció durante semanas ahí encima, sin cerrar (como ella la dejó),  abandonada e inmóvil, como prueba evidente de ese viaje que nunca llegó a realizar, pues la vida había decidido hacer parada en otro destino muy distinto al planeado.
Ocurría que no nos atrevíamos a tocar nada de sus cosas (incapaces de admitir aún lo sucedido). Es como si la casa se hubiese convertido de alguna manera en una especie de santuario en el que nadie se atrevía a cambiar de lugar ninguno de sus objetos (en la secreta e inconfesable esperanza de que ella volviese y lo volviera a ordenar de nuevo todo a su gusto). Así quedaron durante muchos meses todas las cosas y el último orden que ella había dispuesto con sus manos en su hogar.
Es como si en la realidad de los enseres, de los objetos y de las cosas, hubiesen pistas para desvelar el misterio de lo ocurrido, algo que diese sentido a esos instantes previos al fatídico momento en que la muerte pugna por arrebatar la vida, desbarajustándola para siempre.
Pero continuamos, siempre en diferente manera, rumiando todo el dolor, quizás sin llegar a aceptar del todo las nuevas situaciones. Transitamos.
Qué doloroso es el encuentro con  los objetos personales de un ser tan querido ausente.

Esta mañana el sol compite con las nubes, penetrando los espacios que quedan entre ellas con sus rayos de luz blanca, clarísima y furiosa. No recuerdo un diciembre tan luminoso y tan extraño.
El calendario avanza con una rapidez desoladora.
Ahora ya no aborrezco la navidad, simplemente la tolero por la mucha ilusión que en ella depositan los niños.


Echo de menos el hablar con mi madre, hay cosas muy importantes de la vida que sólo puedes compartir con un padre y una madre.

Al otro lado de su silencio se encuentra una gran sonrisa y unos brazos que se abren invitándote a fundirte en un abrazo.

Ahora hay besos, muchos besos.

Si fueran besos las palabras todo el mundo se entendería perfectamente.























lunes, 11 de diciembre de 2017


De todas sus formas posibles de expresión, me quedo con la dialéctica de los besos y la retórica de las caricias y los abrazos.





Bonjour trisstese


Nunca me gustó mirarme demasiado en los espejos, sin ser consciente que muchos de ellos procuran el conocimiento de cientos de matices que habitan el alma. 

Arrancándome jirones de pensamientos oscuros, de pasado y de tristeza,  consigo continuar el camino en un frágil equilibrio inestable.

Se trata de intentar hacer bueno cada día, cada instante, sobrevolando la tristeza y ahuyentando los miedos que a veces se instalan  adentro.

Se trata de vivir, atentamente.











 

domingo, 10 de diciembre de 2017

sábado, 2 de diciembre de 2017

Cada alma es una escalera hacia Dios,
Cada alma es un pasillo-Universo hacia Dios,
Cada alma es un río que corre por márgenes de Exterior
Hacia Dios y en Dios como un susurro taciturno.

¡Sursum corda! ¡Arriba los corazones! Toda la Materia es Espíritu,
(...)

Fernando Pessoa
Después de todo, la mejor manera de viajar es sentir.
Sentirlo todo de todas las maneras.
Sentirlo todo excesivamente, porque todas las cosas son, en verdad excesivas y toda realidad es un exceso, una violencia, una alucinación extraordinariamente nítida que vivimos todos en común con la furia de las almas, el centro al que tienden las extrañas fuerzas centrífugas que son las psiquis humanas en concordancia con los sentidos.

Cuanto más sienta, cuanto más sienta yo como varias personas, cuantas más personalidades tenga, estridentemente las tenga
Cuanto más simultáneamente sienta con todas ellas,
Cuanto más unificadamente diferente, dispersamente atento,
Esté, sienta, viva, sea,
Más poseeré la existencia total del Universo,
Más completo seré por el espacio entero.

Fernando Pessoa
Ningún sentimiento -como el amor, por ejemplo- envejece junto con el cuerpo.
Los sentimientos forman parte de un mundo que yo no conozco, pero es un mundo donde no existe tiempo, ni espacio, ni fronteras.

Paulo Coelho

viernes, 1 de diciembre de 2017