sábado, 30 de diciembre de 2017

Ola


Las pequeñas tragedias de cada día se componen de olas que baten el costado de nuestro navío. La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale. Una sola ola es la que te hace naufragar. De ésa hay que salvarse.

El cuerpo y las olas
Manuel Vicent




viernes, 29 de diciembre de 2017

Entonces era que se llenaba de luz la noche más vieja a través de sus sentidas palabras.
Me sentía dichosa leyendo y releyendo esas maravillosas letras que creaba para mi.
Mientras, se disipaba entre los vapores del alcohol, la punzada dolorosa de su ausencia.



A veces, las almas se unen y confunden en el territorio comanche de los cuerpos. En esa "super realidad" donde se difuminan y esfuman las fronteras, ganando el sentir gozoso el pulso al pensamiento.


Y sin embargo, seguimos recurriendo a las palabras y encontrando a su través sensaciones y sentimientos nuevos que resuenan dentro. Aunque sólo sean cosquillas y pequeños fogonazos traviesos del alma.


jueves, 28 de diciembre de 2017

El enigma de la existencia consiste en que el tiempo entero se acumula en el presente. El pasado y el futuro bailan en la punta de una aguja de nieve que es el alma, de modo que estar vivo no es más que repetir lo que a uno le queda todavía por vivir.

Manuel Vicent

lunes, 25 de diciembre de 2017

Él, de buena mañana,  con más contundencia que virtuosismo, silbaba, hasta que poco a poco se arrancó a modular algo parecido a un canto.

Mi madre lo sentía y se quedaba admirada del ánimo alegre de Darío, pues hacía apenas unos días que su esposa había fallecido.

Dirigiéndose al él, mi madre, le increpó diciéndole:

- Darío, ¿cómo puede usted cantar?, qué se acaba de quedar viudo.

Él, le contestó:
- Ramona, el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
Acto seguido, continuó con su improvisada tonada.


En su inicio, el duelo es un estar a ratos. Estar sólo en esas breves treguas que establece el dolor con la existencia, necesarias para darle algo de vuelo  a las almas desgarradas.
















Quien volviendo a hacer el camino viejo, aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.

Confucio


sábado, 16 de diciembre de 2017

...¿no has observado, al pasearte por esta ciudad, que entre los edificios que la componen, algunos son mudos, los otros hablan y otros, en fin los más raros, cantan?
No es su destino, ni siquiera su forma general lo que los anima o lo que los reduce al silencio. Eso depende del talento de su constructor o bien del favor de sus musas.

Paul Valéry

jueves, 14 de diciembre de 2017

Relojes

Un fama tenía un reloj de pared y todas las semanas le daba cuerda CON GRAN CUIDADO. Pasó un cronopio y al verlo se puso a reír, fue a su casa e inventó el reloj-alcachofa o alcaucil, que de una u otra manera puede y debe decirse.
El reloj alcaucil de este cronopio es un alcaucil de la gran especie, sujeto por el tallo a un agujero de la pared. Las innumerables hojas del alcaucil marcan la hora presente y además todas las horas, de modo que el cronopio no hace más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va sacando de izquierda a derecha, siempre la hoja da la hora justa, y cada día el cronopio empieza a sacar una nueva vuelta de hojas. Al llegar al corazón el tiempo no puede ya medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el cronopio encuentra un gran contento, entonces se la come con aceite, vinagre y sal, y pone otro reloj en el agujero.

Julio Cortázar
Lo suyo
Nunca fue silencio.
Sólo es ausencia.
Ahora sí lo sé.







miércoles, 13 de diciembre de 2017

A rosas

Esta mañana al entrar en su habitación,  un sutil olor a rosas fragantes inundaba todo el espacio, ese es su olor. He llenado de ese aire perfumado mis pulmones, que ponía en evidencia su ausencia. ¡Buenos días, tristeza!

Miro su cama y se me representa la imagen de su bolsa de viaje sobre la cama. Permaneció durante semanas ahí encima, sin cerrar (como ella la dejó),  abandonada e inmóvil, como prueba evidente de ese viaje que nunca llegó a realizar, pues la vida había decidido hacer parada en otro destino muy distinto al planeado.
Ocurría que no nos atrevíamos a tocar nada de sus cosas (incapaces de admitir aún lo sucedido). Es como si la casa se hubiese convertido de alguna manera en una especie de santuario en el que nadie se atrevía a cambiar de lugar ninguno de sus objetos (en la secreta e inconfesable esperanza de que ella volviese y lo volviera a ordenar de nuevo todo a su gusto). Así quedaron durante muchos meses todas las cosas y el último orden que ella había dispuesto con sus manos en su hogar.
Es como si en la realidad de los enseres, de los objetos y de las cosas, hubiesen pistas para desvelar el misterio de lo ocurrido, algo que diese sentido a esos instantes previos al fatídico momento en que la muerte pugna por arrebatar la vida, desbarajustándola para siempre.
Pero continuamos, siempre en diferente manera, rumiando todo el dolor, quizás sin llegar a aceptar del todo las nuevas situaciones. Transitamos.
Qué doloroso es el encuentro con  los objetos personales de un ser tan querido ausente.

Esta mañana el sol compite con las nubes, penetrando los espacios que quedan entre ellas con sus rayos de luz blanca, clarísima y furiosa. No recuerdo un diciembre tan luminoso y tan extraño.
El calendario avanza con una rapidez desoladora.
Ahora ya no aborrezco la navidad, simplemente la tolero por la mucha ilusión que en ella depositan los niños.


Echo de menos el hablar con mi madre, hay cosas muy importantes de la vida que sólo puedes compartir con un padre y una madre.

Al otro lado de su silencio se encuentra una gran sonrisa y unos brazos que se abren invitándote a fundirte en un abrazo.

Ahora hay besos, muchos besos.

Si fueran besos las palabras todo el mundo se entendería perfectamente.























lunes, 11 de diciembre de 2017


De todas sus formas posibles de expresión, me quedo con la dialéctica de los besos y la retórica de las caricias y los abrazos.





Bonjour trisstese


Nunca me gustó mirarme demasiado en los espejos, sin ser consciente que muchos de ellos procuran el conocimiento de cientos de matices que habitan el alma. 

Arrancándome jirones de pensamientos oscuros, de pasado y de tristeza,  consigo continuar el camino en un frágil equilibrio inestable.

Se trata de intentar hacer bueno cada día, cada instante, sobrevolando la tristeza y ahuyentando los miedos que a veces se instalan  adentro.

Se trata de vivir, atentamente.











 

domingo, 10 de diciembre de 2017

sábado, 2 de diciembre de 2017

Cada alma es una escalera hacia Dios,
Cada alma es un pasillo-Universo hacia Dios,
Cada alma es un río que corre por márgenes de Exterior
Hacia Dios y en Dios como un susurro taciturno.

¡Sursum corda! ¡Arriba los corazones! Toda la Materia es Espíritu,
(...)

Fernando Pessoa
Después de todo, la mejor manera de viajar es sentir.
Sentirlo todo de todas las maneras.
Sentirlo todo excesivamente, porque todas las cosas son, en verdad excesivas y toda realidad es un exceso, una violencia, una alucinación extraordinariamente nítida que vivimos todos en común con la furia de las almas, el centro al que tienden las extrañas fuerzas centrífugas que son las psiquis humanas en concordancia con los sentidos.

Cuanto más sienta, cuanto más sienta yo como varias personas, cuantas más personalidades tenga, estridentemente las tenga
Cuanto más simultáneamente sienta con todas ellas,
Cuanto más unificadamente diferente, dispersamente atento,
Esté, sienta, viva, sea,
Más poseeré la existencia total del Universo,
Más completo seré por el espacio entero.

Fernando Pessoa
Ningún sentimiento -como el amor, por ejemplo- envejece junto con el cuerpo.
Los sentimientos forman parte de un mundo que yo no conozco, pero es un mundo donde no existe tiempo, ni espacio, ni fronteras.

Paulo Coelho

viernes, 1 de diciembre de 2017

martes, 28 de noviembre de 2017

Acqua

En lo más hondo de mi memoria suena el repiqueteo juguetón de la lluvia, que acontece mientras las manos y los labios descubren las delicias de la piel.
Eran días de plena lluvia, y yo nacía derramándome en tu cuerpo.
Adoro el olor a tierra mojada de tu sexo confundido con mi sexo.
Aquel leve y fugaz instante en que el esplendor de la vida arrebata un vacío al mundo obscuro y fugaz.
Y salíamos a encontrarnos a la lluvia y después era  feliz contigo a su resguardo.

Empiezo a entender que nada de lo amado muere.
Esta lluvia de noviembre que me llega a las entrañas.

Y no soy yo quien recuerda,
es mi espíritu que vuelve.
Y de lo vivido compone la expresión de la hermosura.











martes, 21 de noviembre de 2017

Elucubrando

Hoy, mientras terminábamos de comer, Marcos me ha preguntado que si pudiese trasladarme en el tiempo y cambiar cosas, hacia donde iría: hacia al pasado o a adelantarme al futuro.
Le he contestado que cambiaría cosas del pasado. 
Él, al escucharme, se ha quedado pensando. y me ha contestado:
- Yo soy un niño y a mi  edad no he vivido lo bastante como para haber hecho cosas malas, ni tampoco cosas buenas. He hecho lo normal. 
Yo iría hacia el futuro.

Y así hemos terminado de comer y la conversación.
Luego de comer, me he quedado saboreando un poco el precioso ahora que ambos compartimos.

El otro día pensaba en lo afortunada que soy por muchos motivos que, precisamente de tanto pensar,  se quedan distorsionados en una maraña silente. 
Y es que a veces no vemos bien la cara más amable de la realidad por exceso de cercanía. Es algo así como el campo de visión cercana en que se distorsionan  las imágenes demasiado próximas a los ojos.

Tenemos lo necesario en cada momento y es el ansia de fijarnos en las supuestas ausencias lo nos ciega.

De alguna manera volvemos al pasado cada vez que recordamos e integramos esos recuerdos con lo que somos hoy. Y nos asomamos al futuro a través de la mirada limpia de los niños, libre de toda carga de pensamiento. El futuro es cada nuevo interrogante que se plantea cada niño. 

Muy pocos recuerdos permanecen intactos a lo largo de la vida. Son solo aquellos en forma de sensaciones y sentimientos, los recuerdos que se produjeron en una rara excepción, esas extrañas veces en las que la ocasión llamó a nuestra puerta y la abrimos de inmediato de par en par porque supimos reconocerla y dejamos que se explayase en todo nuestro ser. 

Esos dulces recuerdos consolidan los cimientos de lo que realmente somos, son los puntos de intersección donde las almas se confunden y el patrimonio indeleble de nuestros sentimientos.

A medida que avanzamos en el momento presente siendo conscientes de nuestros actos, si obramos con el cuidado y atención que merece cada cosa que hacemos, nos cuidamos y cuidamos y hacemos de la vida un lugar más hermoso, un presente pleno. 


















sábado, 18 de noviembre de 2017

Un mot et tout est sauvé. Un mot et tout est perdu. A. Breton

Pero, ¿cómo cercar la inmensidad del mar, toda la minucia de la mota de polvo? ¿Cómo explicar el silencio entre dos trenes que se cruzan y crean un pasillo infinito de aire intacto? Eso es la delicia. Ningún diccionario define la delicia como yo la concibo, en todo su esplendor. La delicia es un tipo de amor tridimensional, fabricado de amor de uno mismo y de amor del otro, de fascinación por el instante presente. La delicia conlleva en si misma la fugacidad, el presentimiento de la pérdida. Los astros confluyen en el ahora mismo y uno sabe que ese instante perdurará para siempre en nuestra memoria y hará que los años tomen un valor añadido. Porque una vida puede durar un instante. Y uno pude quedarse a vivir en una mota de polvo y construir su casa en lo alto de un segundo. Cada día por vivir se torna de pronto valioso. Porque un hombre en vida puede recordar. Y un muerto no. Una vez que hayas conocido la delicia, querrás seguir en vida.

Blanca Riestra
La canción de las cerezas

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Amigo

 Aún ahora, pienso a menudo en mi amigo. Porque amigo es quien, aun fugazmente, consigue arrebatarnos un pedazo de alma. Amigo es aquel, cuya suerte nos preocupa, aquel en quien pensamos de repente en medio de momentos de placer o de desconsuelo, lavándonos los dientes o caminando por alguna  callejuela del Marais.


Blanca Riestra
La canción de las cerezas

lunes, 13 de noviembre de 2017

En las nubes


Cada horizonte alcanzado es un portal hacia lo eterno.



Lejos del bullicio del mundo, muy cerca de ti, se revela el misterio de la existencia.

La luna cómplice llena el silencio de delicada hermosura.




Foto: Hengki Lee

Volver

Llega él.
Y  se llena de perfumada alegría todo el espacio.
Mis pies se sienten pisar más livianos con el precioso regalo de su presencia.
Y en un muy breve instante, la vida vuelve a cobrar sentido.








jueves, 9 de noviembre de 2017

=

Te he buscado una y mil veces al otro lado, sin entender que eres mi misma esencia.
Te encontré al encontrarme.
Quizás seas tú quien me ha encontrado al encontrarse.

Es igual.




Cajas de resonancia

Hay algo de ti  que resuena siempre dentro de mi alma
y que  crece con tu presencia, hasta impregnar todo el espacio de tu substancia.




Foto: Ruth Berhand

sábado, 4 de noviembre de 2017

Bajo el miedo no se puede crear nada. Ismaíl Kadaré

Quiero poder retirar la mirada y mi ser del miedo.
Necesito evitar sus dentelladas de espanto royendo las entrañas de mi alma,
que distorsionan todo lo que hay dentro y fuera.

Tengo miedo
y permanezco demasiado tiempo sedada bajo sus letales efectos
y así, el juguetón manantial que soy, se convierte en sus fauces en árido cauce sediento.

Tengo miedo.
Inmersa en el tormento, me cuesta encontrar los puntos de fuga 
y me consumo hasta quedar exhausta, sometida por malos pensamientos.

Tengo miedo y sed de caricias
y no te veo
y así, no te siento.

Tengo miedo
y de manera frenética se apodera de mi el tiempo.
Paralizada leo en el reloj como se escapan uno tras otros los segundos de la dicha.
Pues también sé alcanzarla cuando se silencia el miedo.
Desaparecen los instantes.
Se distorsionan los recuerdos.

Tengo miedo
y no paro de describir círculos concéntricos para los que no encuentro salida.
Se esfuma el presente y solo me fijo en el pasado devorando el futuro.

Tengo miedo
pero también soy amor.
Por eso entornando un poquito los ojos
aún siento la esperanza.
Por eso sigo adelante
mientras vuelvo a alcanzar la calma.


















martes, 31 de octubre de 2017

"Uno puede pensar en una persona ausente y puede tocar a una persona presente; todo lo demás supera las fuerzas humanas. Pero escribir cartas significa desnudarse ante los fantasmas, cosa que ellos aguardan con avidez. Los besos escritos no llegan a destino, son bebidos por los fantasmas en el camino." (Cartas a Mílena)

Franz Kafka


viernes, 27 de octubre de 2017

No se escucha
Ni tampoco se ve
No se toca, ni se huele.
La belleza se siente prendiendo luces en la obscuridad del alma.



La belleza es la eternidad mirándose en el espejo.

(Khalil Gibrán)


miércoles, 25 de octubre de 2017

domingo, 22 de octubre de 2017

La humedad se cuela por las rendijas del alba, llenado el silencio con su copioso repiqueteo.

Despiertas con suavidad, con mis caricias que recorren todo tu rostro hasta dibujar tu dulce sonrisa.
Con tus ojos cerrados, sin decir nada, me pides que prolongue el instante del contacto con tu cuerpo.

La tenue luz enciende las partículas doradas de tu piel nueva, tu piel que huele a pan recién hecho cada mañana.








Hasta con los pequeños gestos se puede convertir el mundo en un lugar más amable y hermoso.





sábado, 21 de octubre de 2017

sábado, 14 de octubre de 2017


Hay personas que son como luces encendidas en la oscuridad del alma.
Son cuidado, luz y guía en el camino. 
Gracias a ellas, en momentos de flaqueza sabes que puedes continuar.
Son la calma cuando la malpensada razón zozobra y no logra atisbar de las cosas su sentido.

Nadie se encuentra solo si el amor mueve los pies en el camino.



Foto: Ashraful Arefin

domingo, 8 de octubre de 2017





¿Por qué nos gustarán tanto las estrellas?

De alguna manera, confundiendo la mirada en su coqueto parpadeo cómplice nos sentimos partícipes del secreto de la belleza.

Y al admirar lo inconmensurable y sentirnos en continuidad con ello, se respira mejor.

En total apertura,  por un infinitésimo instante, tenemos la certeza de que todo está como tiene que estar y todo es como tiene que ser.

Y así, sobrecogidos volvemos a nuestro diminuto cuerpo y lo sentimos como el más precioso regalo.

jueves, 5 de octubre de 2017

Con la sensación de algo así parecido a la tristeza, apenas si comienzo a aceptar los diferentes aspectos de aquello que soy y, sin embargo, no era capaz de ver. He permanecido demasiado tiempo ensimismada en el dolor y con la mirada vuelta hacia los otros,  sin entender que había abandonado uno detrás de otro mis sueños. Y sin alimentar bien los sueños, se condena a la extinción esa chispa divina que todos llevamos dentro.

La soledad más desgarradora se siente en el silencio más negro, al irse mostrando uno a sí mismo como realmente es, poniendo partículas de luz en ese lado obscuro que también nos compone. Es terrible y necesaria esa soledad, porque a ver lo que eres y como tú eres, nadie puede ayudarte.

Es el símil del escultor de piedra, que de una mole informe es capaz de sacar los rasgos más delicados conforme su pericia y su visión. Es un mirarse a si mismo, es tomar consciencia y manifestar los mejores aspectos del ser hacia fuera en la obra inacabada siempre de la vida.

Cada nuevo día es una lucha por mantener el equilibrio, cada instante una oportunidad para moldearnos como mejor queramos. No todo el interior se descubre a la vez.
Despojarse de lo que vela la realidad es una tarea de toda una existencia.

Acojo el ocaso con la sensación de algo parecido a la calma, deteniendo la mirada en los rincones, que tienen el eco de mil presencias.

Es el momento de dar espacio y tiempo a todos esos sueños.


________________________



Quien pudiese ingerir
Un fármaco precioso
Convertir en realidad
Todos esos sueños.

Manolo García


















Luna


Todo lo que perdemos se lleva algo de nosotros;
pero siempre nos queda alguna mácula
que, como la luna, una noche túrbida
se ve arrastrada por las mareas.

Emily Dickinson



lunes, 2 de octubre de 2017

Quizás es en la profundidad de los sueños de cuando duermes, donde habita el enigma del ser.
Al alba, se vuelve a la lucha, al incesante ascenso al carro de heno, a girar en la rueda imparable de la existencia.
Conforme avanza el día la gloria de lo soñado se disipa.

Ocurre que cuando creo que ya he dejado de pensarte, apareces en cada despertar a través de mis sueños.
Cuando te sueño, al levantarme y pisar el suelo firme, me siento muchas veces triste. Ahora te noto muy lejano y no recuerdo el  momento en que dejé de enamorarme de ti.




miércoles, 27 de septiembre de 2017

El amor es el anhelo de abrazar a una persona con fuerza y estar en el mismo lugar que ella. El deseo de abrazarla dejando fuera al mundo entero. La nostalgia del alma de encontrar un refugio seguro.


Orhan Pamuk

domingo, 24 de septiembre de 2017

Los sueños se desvanecen desde un ignoto lugar de mi mente en la límpida luz de la recién estrenada mañana, pero no así las huellas de las sensaciones que provocan.
No hay historia lineal en el recuerdo de mi último sueño.
Era que mi hijo y yo nos fundíamos en el más tierno de los abrazos.  Era un abrazo pleno, nos uníamos los dos vibrando en todo lo mejor de la vida y  nos fundíamos con toda la realidad que nos circundaba. Entonces, sólo éramos una onda expansiva de un infinito sentir.

Ahora, en estos instantes de soledad, miro al cielo que nos regala su tibieza y sus invisibles trinos. Y sólo pido no tener miedo.


jueves, 21 de septiembre de 2017

Ahora

Ahora cada componente del "todo", se ha convertido en algo con un grado de complejidad mucho más elevado. He cambiado tanto y tan deprisa que apenas me reconozco.

Es muy difícil continuar con el tiempo que ya no es tu tiempo, nuestro tiempo. Tampoco es ya el tiempo común de todas esas almas con las que he dejado de compartir camino.

Ahora todo se acerca cada vez más al mundo del silencio, silencio que cuando se alcanza genera un incesante goteo en el que aparecen nuevas fórmulas magistrales para aliviar el dolor del alma.

Ahora sé que tú fuiste la primera luz que prendió mecha en mi espíritu dormido, demasiado dormido estaba como para aceptar tal y como es la realidad y como tú eras aceptarte.

Antes las palabras venían a mi y era un gozo poder ordenarlas en mi mente. Eran un como un curso de agua caudaloso en el que yo aprendí a moverme. La intensidad de los acontecimientos es muy cambiante.
Ahora tengo que salir fuera a buscarlas, para entretener los vacíos que campan en mi. Es como un paseo por el bosque, es dejarse llevar por el instinto y perderse entre la fronda en recónditas veredas para desde sus diferentes pulsos de vida ver que no es nada diferente del interior, es una manera de proyectarse y verse en el espacio, en el mundo de la dualidad.
No se puede captar de fuera nada que no se lleve dentro, porque es lo mismo.

Ahora es caminar por una cinta gigantesca de Moebius, donde no queda claro cual es el interior y cual el exterior, depende del sistema de referencia que se tome y del punto en que te encuentres en un momento dado.

Ahora es aprender de nuevo el nombre de los seres y de las cosas, para en otro tiempo volver a olvidarlo y crecer un poquito impregnada de sus esencias.


















martes, 19 de septiembre de 2017

En su voz ausente se siente algo parecido a un eco que la mente recrea en forma de ficticias palabras.
Cada silencio compartido con ella, tiene el matiz de las expresiones que se encuentran en los más preciosos surcos de la memoria, de esa memoria sin olvido, lugar común dónde nos amamos.
Y sus besos saben a natillas.
Y su abrazo es el eterno hogar.

A veces nada más verte se le prende la sonrisa y yo , entonces, siento la fortuna de presenciar ese chispazo de alegría, ese precioso y luminoso instante.
Y si antes de marchar, la despedida es un envolvente abrazo, es un volver a casa con crecido y
renovado aliento.

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Algunas veces las palabras son cansancio.
Otras veces el cansancio es escuchar con reiteración y alevosía las mismas palabras dispuestas en diferente orden pero diciendo prácticamente lo mismo en bucle. Como una pastilla de chicles con sabor a cerebro rancio.

- Pues vaya hacerse viejo. No hay nada peor que llegar a ser viejo.

- Pero vaya no llegar. Eso si que es malo.

- Y llegar y estar así, para eso es mejor no estar.

(Oigo estas palabras en la calle a dos señoras poco antes de llegar a casa. Las dicen bien alto para que me lleguen y me de por aludida)

Y yo, me seguiré preguntando a cuento de qué y conteniendo el vómito cuando las escucho.

Aguanto la nausea por el juicio gratuito. Me pregunto qué quien es  tan  temerario de juzgar aspectos tan delicados de la vida  de otros que pueden suceder o afectar a cualquiera.

Ese "estar así" que menosprecian es vida, vida en una de sus infinitas manifestaciones.

Debe de haber un raro placer que yo desconozco en eso de sentirse bien al compararse con las desgracias ajenas.
Debe de existir un raro placer que desconozco en compararse.

¿Qué es lo mejor y qué lo peor?

La vida es lo que es: vida, un regalo y milagro irrepetible que acontece a cada instante.

La vida está llena de estancias muy hermosas que el ser deja impregnadas de sutil esencia.



















viernes, 15 de septiembre de 2017

La suave brisa  mezcla el tumulto de realidades desleídas.
Hay un oceáno invisible de dudas cuyo rumor acecha y abruma.
Entregada a la suavidad del caprichoso movimiento aéreo,
echo de menos el dulce sabor que habita en tus labios.
la hermosura de las palabras modeladas en tu voz.

Quizás los deseos se juntan en el jardín azul de las horas.


martes, 12 de septiembre de 2017

Ven

Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio arriba, más arriba, mucho más que las luces que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados. Queda también silencio entre nosotros, silencio y este beso igual que un largo túnel.

Jaime Gil de Biedma



Ser de agua
y morir
en tu sal.
(...) Tampoco debe olvidar que nada hay más artificial que la escritura. Escribimos porque somos entrenados en ese artilugio que pretende asir la realidad, como recuerdos o como actos del presente. Pero para poder transmitirlos y hacerlos poesía hay que crearlos, extraerlos de la manga del mago, del demiurgo, del poeta.

Jaime Gil de Biedma

Sin pensar en nada concreto

Hay sigilosas palabras
que me llegan de puntillas
acariciando con calidez mi memoria,
Fluyendo de mis manos hacia los dedos.
Traviesas, se escabullen y
tímidas me miran de soslayo.
Y yo gozo con la suave brisa
que provocan en mi alma.

Allá, en el misterio insondable
se recobra el aliento.

Aquí, entre los brazos amables
se componen los besos.



Foto: Rob Buttle

domingo, 10 de septiembre de 2017

[...]

Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.


Jaime Gil de Biedma
(Pandémica y Celeste)

miércoles, 6 de septiembre de 2017




Cómo no encontrar la calma en el deleite de dejarse llevar y descubrir con atención cada uno de los delicados matices de este tibio cielo que augura el cercano otoño.

Las hacendosas nubes, con su rápida metamorfosis, nos cuentan algunos secretos de camino hacia casa.

En la bóveda del cielo todo sucede en continuidad.



Por contra, pienso en una imagen que descubrí con cierto espanto y agobio el otro día.
Pienso que en muchísimas cosas aún, no hemos aprendido nada.








"Al cabo  de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente.
No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraiso:"

Jorge Luis Borges



lunes, 4 de septiembre de 2017

Leía muchas cosas acerca de la magia.
Entonces, me nacieron ilusiones.
Sin entender que el único truco para llegar a la magia es marcharse de la máquina de pensar.

Los sentimientos no se escriben, no se dibujan, no se pueden comprender, ni saben de limitaciones.
Los sentimientos son experiencia.

La fuente de los sentimientos es un colosal corazón ardiente.

Los sentimientos son unidad en su infinita diversidad.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Soy

Soy el que sabe que no es menos vano
Que el vano observador que en el espejo
De silencio y cristal sigue el reflejo
O el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos amigos, el que sabe
Que no hay otra venganza que el olvido
Ni otro perdón. Un dios ha concedido
Al odio humano esta curiosa llave.
Soy el que pese a tan ilustres modos
De errar, no ha descifrado el laberinto
Singular y plural, arduo y distinto,
Del tiempo, que es de uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
En la guerra. Soy eco, olvido, nada.

Jorge Luis Borges

sábado, 2 de septiembre de 2017

Cuando se empieza a regenerar el corazón, desde el espacio de la calma, se aprecian bien las ausencias. Se sienten en su tejido cicatricial, pero ya no duelen tanto. Incluso desaparece el dolor en algunos casos.


El sufrimiento desordena la mente y convierte en un torbellino de confusión los sentimientos.

Ahora, en otro espacio y a destiempo,  brotan las cosas que realmente son, todas esas cosas que nunca dije. Son cosas que no pueden ser dichas pues no son las palabras su medio de expresión. Son cosas que sólo "llegan" a través de la sutileza de los actos.















Sólo fue que dejaste que me marchase.
Es sólo que yo no podía ya quedarme más.

jueves, 31 de agosto de 2017

Le pregunto a Marcos si se le ocurre como puedo recurar la inspiración para escribir, que pienso que ha debido de irse a otro lugar o se ha convertido en algo nuevo cuyas reglas (si es que las tiene) ignoro.

Siento que, de manera abrupta, estos últimos meses algo ha cambiado tan radicalmente en mi que apenas  me reconozco.

Mientras escribe un ejemplo, Marcos me ha respondido que escriba sobre cosas que conozca, que hay muchas cosas sobre las que se puede escribir.

Luego de escuchar sus impresiones, me dice que hoy se encuentra lleno de energía, que se siente como si tuviese cinco años (tiene nueve).

Con una sonrisa que me acaba de encender, le doy las gracias y se marcha.

Escribir sobre lo que se conoce es, de alguna manera, escribir sobre lo que se ama, pues sin amor no hay conocimiento.


Sea como fuere, ahora sé que la inspiración también tiene sus estaciones.
















Llevarte dentro es el modo más dulce de habitar el mundo.



📷Thomas Knights

miércoles, 30 de agosto de 2017

The archer

Parecía algo imposible.
No lograba comprender como un ser tan majestuoso, pudiese haber sido abatido.
En el frenesí que precede a la fiesta, me acerqué sigiloso, con mi caminar invisible.
La vida se le escapaba en un lento fluir viscoso. Todo era rubí.
Acaricié su rostro, por primera y última vez. Cerré para siempre sus ojos. Volví al hogar.
Sentí una extraña y honda pena. Desolado, contemplé mis manos cubiertas de su sangre aún húmeda.
Le imaginé bramando, corriendo libre en las verdes praderas, azotando al viento. Después, en descanso, recobrando de nuevo su perdido aliento.
Fue en esos instantes, que se produjo la alquimia de mis manos, a la piedra.
Fue en aquel momento que decidí ser arquero.





Desde el más remoto origen, el arquero encontró en el firme suelo, el nexo de unión con el mundo de los sueños.
Y con determinación, emprendió su vuelo al encuentro de su arte.

El arquero es hombre de un único ciclo en la tierra.
Sólo le acompañan su arco primigenio, en el que se apoya y las flechas, que moldea adecuándolas a los paisajes del camino.

Perfecciona el arco en su devenir continuo. Va tomando una curvatura que lo hace cada vez más recio y profundo. Alcanza el refinamiento necesario para que llegado el momento final, con la tensión y fuerza adecuadas, proyecte al arquero y lo eleve más allá de las estrellas.


El arquero, no necesita ningún punto de referencia establecido, como son los vértices geodésicos, con los que se referencia la cartografía terrestre.
El arquero, no utiliza proyecciones ni ilusiones ópticas en su trabajo.
El arquero, crea sus propias coordenadas. Su sistema de referencia es de "n"  dimensiones
El arquero, se construye al mismo tiempo que el objetivo.
El arquero ve.


El arquero proyecta su vector con la intención tácita de que adquiera su alcance máximo.  
Se encuentra en aquel punto que no tiene nombre, en ese en el que se tocan las líneas paralelas.

Cielo, arquero, arco, vector, suelo, ámbito y objetivo, en un instante certero, son una única cosa.
Son el instante pleno.


Un arquero no caza, alcanza objetivos. Más su objetivo, nunca es quitar la vida a un ser: nada más lejos de su voluntad y de su conciencia. Al contrario: el arquero es expresión singular de la vida misma, en la forma que atraviesa todos sus estratos. Penetra la vida, en lo más profundo y, a la vez, simultáneamente, asciende hasta lo más elevado.

El arquero es medio.


Un arquero no tiene nombre propio.
Un arquero es un ser solitario. Pero gusta, en ocasiones, de moverse entre los espacios comunes y compartir su arte para deleite de muchos.


El arquero, a veces, tensa hasta casi llegar al límite de rotura la cuerda de su arco. Entonces, la misma, es extensión de sí y de todas las condiciones de contorno del instante.

Es necesario avanzar, aunque cueste mucho, mucho. Lo hace conduciendo sus pasos ingrávidos hacia el objetivo, siempre,  sin perderlo de vista.


El arquero, con la actividad de su cuerpo, modifica el entorno para adaptarlo y adecuarlo al momento perfecto. Pacientemente, ha ido construyéndolo en su mente.

El momento no llega: se sabe. Entonces, la flecha se dispara.
El blanco, es certero.

El arquero porta con honor en sus cueros cicatrices.
Cada una de ellas representa el punto de inflexión sobre aquello que le hizo vulnerable.
Fue herido en diferente grado.
Enfrenta, tenaz, cada miedo.
Lo disuelve en la mente.
Gana.
Ágil, se centra, en su próximo objetivo.
Cada vez, es más liviano su arco y está más repleta su aljaba.


El arquero se escabulle, sigiloso, entre la fronda del oloroso bosque.
Va en busca del blanco manto del lento invierno.
Es ingrávido, en su cuerpo. No deja tras de si nada, ningún indicio que delate su presencia. El orden se mantiene. Todo está como tiene que estar. Todo sigue como tiene que ser.
No siempre fue así.
Para llegar a ser arquero ha transcurrido toda una vida de objetivos fallidos.
El arquero ya no celebra los aciertos. Agradece la oportunidad de poder construirlos. Y continuar.
El arquero no mira al calendario. No hay más que dos fechas importantes, que mantiene en su memoria.
El día que nace su hijo.
El día que renace el arquero.
El día se aproxima.
El arquero se inquieta.


El arquero, alcanza su objetivo, entonces, canta.
El arquero es música de agua, de olas de mar, de fuego, de aire.
Su canto, despierta a la tierra.
Es la verde voz de ese trigo que se vuelve masa y que al calor, fermenta, crece y alimenta.


El arquero infatigable perfecciona los instrumentos de su arte.
Adapta su arco a su musculatura cambiante. A las estructuras de nuevas flechas, precisas para dejar al descubierto nuevos objetivos.


El arquero nunca cesa de buscar. Comienza a hacerlo con los arcaicos mecanismos del pensamiento.
Es un avance arbóreo. Se aleja de lo concreto e intuye lo importante.
Entonces, encuentra. Se encuentra a si mismo.
El arquero es incansable.
Anhela un perfectísimo arco. Arco etérico que lo conduce, presto, al cielo.

En ese  último instante, ese que ocupa el lugar de cualquier instante, se ancla a la tierra con todas las fuerzas de las que es capaz, hasta derramar el último aliento, para impulsarse más allá del cielo.

Sólo entonces, es música. Vibra con la armonía de acústicas ondas. Siente el abrazo de miliares de partículas de oro.

Es con la luz. La esencia.













martes, 29 de agosto de 2017

Joplin


Era una luminosa tarde de primavera tardía, cuando llegó a casa.

Venía dentro de una caja de zapatos de cartón sin tapadera, a cielo raso.

Con una emoción de contento que le dibujaba en la cara una contagiosa sonrisa, mi hermana me entregó la caja, anunciando que era un regalo para mí.

Asomaba su preciosa cabeza y temblaba de miedo, quizás también de frío.

Era una preciosa cachorrita de algodonoso pelo negro.

Al tomarla en mis manos me pareció la criatura más bonita que hubiese visto nunca. Enseguida, la acurruqué entre mis brazos, acercando su pecho blanco al mío.

Mi hermana sabía lo sola que me sentía entre tanto bullicio y  lo mucho que me gustan los perros.
Surgió la ocasión de poder adoptar uno y sin más la aprovechó.

Joplin, vino a ser el centro de mi existencia y la delicia de los niños de la calle donde vivía.

A finales de los setenta, en mi pueblo, no era frecuente que alguien que no fuese pastor, tuviese un perro en casa.

Yo me ocupaba de todo lo relativo a los cuidados y demás menesteres de Joplin. Esa fue la condición que me pusieron mis padres para que se quedase en casa: llevarla al veterinario, preparar su alimentación e ir yo a comprarla, ocuparme de su limpieza y ordenar lo que ella trastocase...

No recuerdo cuantos años tendría yo, pero unos nueve o diez años.
Todo esto lo hacía yo encantada, siendo consciente que recibía mucho más de lo que yo podía hacer por el animal.
Me sentía feliz jugando con ella, veía sus alegres ojos oscuros como me miraban y todas las inseguridades cotidianas y el ruido desaparecían.

Crecía y se hizo más preciosa, si cabe.

Recuerdo en los veranos, muchas tardes los chicos de la calle cogían toallas o telas grandes y se imaginaban que era un enorme miura y la toreaban.
Ella se volvía loca de contenta notando la buena energía que emanan siempre los niños alegres.

También era estío, aquella tarde.
Volvía a casa después de jugar en algún lugar cercano que ahora recuerdo.

Ese fatal verano, la casa estaba en obras. Entonces, no sabía yo que, a veces, construir un nuevo orden conlleva la aniquilación del orden anterior.

Entré y, como en un acto reflejo busqué a Joplin.
La llamaba y no acudía; no la encontraba por ningún sitio.
Más el corazón ya sabía lo que le mente apenas empezaba a vislumbrar: allí no estaba, no,  y no volvería a estar jamás.

Cuando esto sucedió, había en la casa una única alma junto a la mía. Era un amigo carpintero que trabajaba allí en la cocina, cepillando una puerta.

Se acercó a mi y me dijo:

- Chica, no busques más que se han llevado a la perra hace un rato.
Tus padres se la han regalado a tus tíos de Madrid. Anda, ve a ver si aún no se han ido tus tíos del pueblo y se la pides.

Al escucharle, incrédula, sólo sé que me desplomé y me quedé en cuclillas a ras de suelo, sin poder soportar el intenso dolor de la primera brecha que se abría en la substancia de mi alma.

Permanecía inmóvil durante horas, en el pasillo, con la espalda pegada en la pared y la cabeza apoyada en las rodillas. Lloraba a mares.

Nadie se había molestado en decirme nada.
¿Cómo era posible?
Y era aún peor pensar, porque saberme invisible me dolía aún más que la pérdida.
¿Era eso necesario?

El carpintero, al verme así, fue a buscar a mis padres.
Les dijo que como podían hacerle eso a una criatura.
Más no sirvió de nada.

Nadie, excepto el señor carpintero, me ofreció consuelo.

Sentí la puñalada de la soledad doler como nunca.

Al llegar la noche dejé de llorar.

Y decidí comportarme como si nada de esto hubiese pasado. Decidí olvidar, sin entender entonces, que para curar tan enorme e innecesaria herida, sólo bastaba un abrazo, un enorme abrazo que me curase.


domingo, 27 de agosto de 2017

¿Cuál es ese dedo  o instrumento mágico que toca las palabras y las convierte en aliento y peso, en música y ruido, en calor y sombra?

Bastó un instante para modular las primeras palabras.
Toda la eternidad para entender que es imposible olvidar tu nombre.


sábado, 26 de agosto de 2017


Sé claramente consciente de las estrellas y del infinito de las alturas. Entonces, la vida parece casi encantada después de todo.


Van Gogh



viernes, 25 de agosto de 2017

No estés triste

No estés triste.

Cuantos besos por nacer aún en tus labios.
Cuantos secretos por descubrir en cada piel siempre nueva.
Cuantos matices por sentir en el terciopelo de las almas.

No sientas más pena.
Que al reloj ya no le duele
el vacío de la arena,
Que del agua se hizo el mar
para encontrarse con ella.

Qué no existe mayor pecado
que sentir dolor por un anhelo
y no saber apreciar
a quien permanece a tu lado.

Ojalá que también sepas
llorar de pura alegría
Que cada día alcance tu noche
en un templo de caricias.

No estés triste, no.
Que nada queda en esta casa
y el amor sólo es entrega,
Y en unas manos abiertas
no hay lugar para tristezas.








Estar en modo pensamiento

y ser de todo corazón.

martes, 22 de agosto de 2017

Tremenda y deslumbrante la aurora me mataría si yo no llevase ahora y siempre otra aurora dentro de mi.
También nosotros ascendemos, deslumbrantes y tremendos como el sol,
también nosotros, alma mía, encontramos lo nuestro en la calma y en la frescura del alba.

Mi voz llega hasta donde mis ojos no alcanzan y con el giro de mi lengua lazo mundos y nebulosas de mundos.

León Felipe

lunes, 21 de agosto de 2017



"Hay en ti demasiado fuego para las almas prosaicas".

 Stendhal
(La cartuja de Parma)





Pintura  de Dorian Vallejo

domingo, 20 de agosto de 2017


De soledades perdidas, se encuentra lleno el desván de los sueños rotos.





El mundo de los demás


El mundo es como aparece
ante mis cinco sentidos,
y ante los tuyos que son
las orillas de los míos.

El mundo de los demás
no es el nuestro: no es el mismo.

Imágenes de la vida:
cada vez las recibimos,
nos reciben entregados
más unidamente a un ritmo.

Pero las cosas se forman
con nuestros propios delirios.

Ciegos para los demás,
oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro,
vemos desde lo más íntimo.

Trabajo y amor me cuesta
conmigo así, ver contigo:
aparecer, como el agua
con la arena, siempre unidos.

Nadie me verá del todo
ni es nadie como lo miro.

Somos algo más que vemos,
algo menos que inquirimos.
Algún suceso de todos
pasa desapercibido.

Nadie nos ha visto. A nadie
ciegos de ver, hemos visto.

Ciegos para los demás,
oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro,
vemos desde lo más íntimo.

Miguel Hernández


Con tus palabras aladas
Se representan los cielos
Ya no hay peso en tus anhelos
Sólo ganas de ser aire.





viernes, 18 de agosto de 2017

Crecer es, de todo lo habido, permanecer en lo mejor

Como fantasmas acechando el portal de mi casa, vuelven  algunos recuerdos que quedaron varados en  la otra orilla.
Son recuerdos en sordina revestidos de ternura, que pugnan por encontrar su orden en medio del caos de la cordura.

Para poder continuar, necesito evocar esas cosas que hacen liviano el camino. Son algunas cosas en las que me demoro y paro, aunque sólo sea un poquito.

Me quedo con todo eso que sentimos con los ojos cerrados, más allá de la piel, al compartir un mismo aliento, enredados nuestros cuerpos y los corazones juntos a galope.

Permanezco en el perfume del bosque de tu alegría, en el misterio alado de sus sombras y el cielo verde dentro de tu mar.

Me lleno y expando con tu belleza que, desde el poder del amor en ti, se manifiesta fragante y siempre nueva y dota de sentido los instantes.


La corriente de la vida va erosionando todo de olvido, mientras se va fraguando lo nuevo.

Por eso es que el ser mora más allá de la memoria.













miércoles, 16 de agosto de 2017

Despierto en una caricia de piel nueva, con olor a chocolate y a estival mañana.

Me levanto, guiada por el eco que produce en mi alma la apertura de las risas de los niños, el bullicio de sus juegos y la alegría de vivir que exhalan.

Y sin darme apenas cuenta, me encuentro con un lápiz escolar en la mano garabateando palabras, comenzando un nuevo día.

Y escribo:

"No quiero que estés triste, no quiero que te inunde la tristeza, no quiero que sean tus labios un sobre lacrado"

Y no quiero estar triste, porque muchas son las cosas que nos decimos pensando que son para otros.


Por eso me voy donde los niños a contagiarme de su alegría, a seguir aprendiendo.












Y las nubes se vestían de todos los colores del fuego para celebrar el ocaso del sol estrella.

Y justo en el instante que todo se volvía gris y el sol descansaba más allá del horizonte, sólo entonces, encontraba la calma.









sábado, 12 de agosto de 2017

El profeta

Cuando el amor os llame seguidlo,
aunque sus modos sean duros y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, doblegaos a él,
aunque la espada oculta entre sus plumas pueda heriros.

Y cuando os hable, creed en él,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños,
como el viento del norte convierte el jardín en hojarasca.

Porque así como el amor os corona, os crucifica.
Así como os hace crecer, también os poda.
Así como se eleva hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol, también
penetrará hasta nuestras raíces y las sacudirá de su arraigo a la tierra.

Como espigas de trigo, os cosecha.
Os apalea para desnudaros.
Os trilla para libraros de vuestra paja.
Os muele hasta dejaros blancos.
Os amasa hasta que seáis ágiles,

y luego os entrega a su juego sagrado, y os transforma
en pan sagrado para el festín de Dios.
Todas estas cosas hará el amor por vosotros
para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón
Y con este conocimiento os convirtáis en un fragmento del corazón de la Vida.

Pero si vuestro temor os hace buscar sólo la paz y las mieles del amor,
entonces más vale que cubráis vuestra desnudez,
y os apartéis de la senda del amor,
Para que entréis en el mundo sin estaciones,
donde reiréis, pero no todas vuestras risas,
y lloraréis pero no todas vuestras lágrimas.

El amor sólo da de sí y no recibe sino de sí mismo.
El amor no posee y no quiere ser poseído.
Porque al amor le basta con el amor.

Khalil Gibran
El profeta (fragmento)



El poeta pide a su amor que le escriba

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

Federico García Lorca

Confiar

Toma mi mano.
Ven.
Sal  de toda esa tristeza, pues eres la más hermosa luz que refulge en lo profundo de lo obscuro.

En mi mano está tu mano.
El amor es  la fuerza, no hay nada más. Es expresión en ti de infinita belleza.

Eres el hechizo que llena de sentido este silencio.

Siente mi mano en tu mano.
 Así, juntos,  nada malo puede pasarte y en el refugio de mi abrazo podemos construir una sonrisa.






miércoles, 9 de agosto de 2017

Historia de la noche


A lo largo de sus generaciones
los hombres erigieron la noche.
En el principio era ceguera y sueño
y espinas que laceran el pie desnudo
y temor de los lobos.
Nunca sabremos quién forjó la palabra
para el intervalo de sombra
que divide los dos crepúsculos;
nunca sabremos en qué siglo fue cifra
del espacio de estrellas.
Otros engendraron el mito.
La hicieron madre de las Parcas tranquilas
que tejen el destino
y le sacrificaban ovejas negras
y el gallo que presagia su fin.
Doce casas le dieron los caldeos;
infinitos mundos, el Pórtico.
Hexámetros latinos la modelaron
y el terror de Pascal.
Luis de León vio en ella la patria
de su alma estremecida.
Ahora la sentimos inagotable
como un antiguo vino
y nadie puede contemplarla sin vértigo
y el tiempo la ha cargado de eternidad.
Y pensar que no existiría
sin esos tenues instrumentos, los ojos.

Jorge Luis Borges







Besos de brisa

- ¿A ti te he dado ya un besico?, me dice Avelina.
Y yo, sin poder evitar una sonrisa al contemplar en sus ojos verdes su halo de niña, le contesto que sí.
Entonces se marcha, después de haber repartido besos a todos los presentes.
- ¿Verdad que estamos muy a gusto?, decía feliz unos minutos antes. Están sus hijos y su nieto y empieza a correr una suave brisa fresca.

Se necesita poco para ser feliz desde un interior tan resplandeciente.

El otro día decía Avelina que a ella le da mucha lástima de todo el mundo.

- Cada uno es como es, añade.

Y no hay nada más.

Es, quizás, aceptar cada persona que encuentra como un regalo que le hace la vida, una oportunidad para compartir el instante.
Y la aprovecha.
Y sus besos saben a polo de fresa.

Alaba la hermosura de los árboles y sin tapujos narra lo que ve, sin más.

Ella hace sentir con cierta intensidad el lado amable de las cosas sencillas.

Ella es un amor.


martes, 8 de agosto de 2017

lunes, 7 de agosto de 2017

Esculpiendo momentos


Todo aquello que haces con amor resuena en el mundo de lo eterno.



Foto: David Peña


Soneto XVII



No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda

sábado, 5 de agosto de 2017

Tanto tiempo sin saber

Me detengo a sumar el tiempo transcurrido desde el ultimo encuentro contigo y siento el vértigo de la indiferencia.

Noto el peso del aire en tu silencio, aire  aún denso pero que ya se respira mejor sin toda esa carga de dolor.
Tan enganchada estaba al dolor, que había olvidado que cada lamento por lo que no fue ni será ya, no hace sino ensuciar el presente y restar plenitud al regalo maravilloso que es el potencial del ahora, lleno de vida.

Al ir reconociendo los (últimos) elementos a los que me aferro y son mi freno, voy entendiendo que, en ocasiones, por no mirar dentro de mi, había llegado  a ser capaz de creer en cualquier cosa antes que afrontar el miedo que sujeta la mente a la ficción, todo ese inconsciente en el que se enmascara la verdadera realidad mezclada con impropios pensamientos.

Cuando creo haber alcanzado la meta, descubro que tras cada hito alcanzado hay otro todavía más elevado en una concatenación creciente sin fin.

Pienso en la alquimia transformadora del orden de los acontecimientos en la memoria y me parece un misterio que lo antes dolía tanto se sienta ahora tan distinto. De fracción fugaz de tiempo a fracción fugaz de tiempo, cada recuerdo se aprecia de diferente modo según el ánimo que impulsa el momento presente. Conseguir en la mente una buena convivencia con los recuerdos es la antesala de la calma interior. Encontrar el orden preciso de los acontecimientos es dotarles de sentido  en el ahora, integrarlos con lo que se es, procurando mantener el difícil equilibrio de cada instante.
Realizar ese orden es todo un arte, pues no hay vuelta atrás en el camino hacia uno mismo,  cuando has visto que es el único posible. Sus trazas empiezan a generarse desde la aceptación.


Desde una paciencia nueva, conmigo misma, empiezo a relacionarme con lo que realmente soy casi por vez primera.

Hace mucho, escribí o dije que me gusta quedarme con lo mejor de cada persona, siendo consciente de que cada ser tiene también cosas en las que no vibramos, con las que no sintonizamos.
De lo que no eran tan consciente, quizás, es de haber olvidado mis zonas luminosas que conviven con el mundo de las sombras.

Ahora,  pensaba que es probable que no vuelva a coincidir contigo
Antes esa idea me angustiaba y me ponía muy triste.
Lo cierto es que he aprendido a amarte más desde la soledad y el silencio.
Luego de amarte, a abrirme un poquito a los demás.
Y como nunca se sabe (que diría el Principito) llevo siempre un bote llenos de puntos y comas camuflado entre la arena de mis bolsillos.

Una vez quité el reloj de mi pulso, pues aprendí a medir el tiempo y el espacio entre presencias y ausencias, de persona a persona, de corazón a corazón.

El ser esencial que somos se enriquece con las armoniosas notas de todas esas flores que tienen a bien salir al encuentro en el camino. Sin ellas la vida sería algo insulso e insoportable.

Cuando una persona amada decide salir de mi vida, me quedo siempre con la sensación de si existiría  algo, alguna cosa que pudiera haber hecho o pudiera hacer para no caer en el olvido de esa persona. También con la quemazón de saber que podía haberlo hecho mucho mejor.

Apenas  comienzo a atisbar ahora, que el corazón carece de olvido.




































jueves, 3 de agosto de 2017