jueves, 31 de diciembre de 2015

Ajimez

Hoy no habrá copas,
que alcen su brindis,
ni que reciban,
el nuevo mañana.

Tengo un presente.
Es para ti.
Es una hermosa
y humilde ventana.

Son las sus vistas,
directas al cielo.
Desde la tierra,
está geminada.

Si buscas con celo,
podrás encontrarme,
desde la obscura noche,
hasta la alborada.

No digas mi nombre,
siempre está abierta.
Esta es tu casa.
Dentro, está el hogar.

Dentro de tus orillas

Te encontré paseando por las orillas de la vida.
Y conmocionaste los cimientos de mi memoria.
Bendito instante eterno de tu presencia.

Comprender tu naturaleza es una obra tardía.
Es delicioso complemento.
Es la dicha.
La alegría.

Vuelo junto a tu sonrisa.
Recorriendo la mirada oblicua de un dios.
Habitando tus rincones
Engrandeciendo las almas.

Es tu pecho mi refugio.
Do renazco de la nada.
Construyendo con las manos,
Cobijando con la espalda.

Celebro cada momento,
Desde dentro.
Tan adentro,
como es en mi,
tu firmamento.

Celebro cada razón que cae
En el fuego de esta llama.
Que esplendece, que ilumina.
Y a cada instante se agranda.


Seis son tres doses

El verbo se hizo sustantivo.
Así es como aparecieron los conceptos.
Y es curioso, porque a veces, modificaban las formas de acción de las personas.
Y se dividió el pensamiento.
Aparecieron los pares opuestos. La gradación de los contrarios.
Se llegó a pensar la vida como una mera aproximación a unos de los bandos.
Vida es ser rotundamente.
Completamente.
Actuar. Hacer.

En sus manos

Velo tu sueño.
Cojo tu mano.
Siento como llenas todo el espacio.
Eres el abrazo que aparta la tormenta.
En la gravedad del ahora, construimos las luces de la belleza.
En único pensamiento.
Que se disipa en el centro de la vida.
Tú que eres la verdad.
El origen de todo lo que llevo dentro.
En ti me miro.
Contigo crezco.
Desde una pequeña célula.
Hasta convertirme en partículas doradas,  sutiles estelas que viajan los cielos.
Velo esta noche tu sueño.
Pongo la mar. Tú, la calma.
Vamos a soñar los campos
Que verdean en La Mancha.
Tú con los ojos cerrados.
Yo mirando como cuajan.
Las semillas de las flores,
Mientras duermen y descansan.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Corre. Niña. Madre.

Cada oro del trigo, es el sol de tu sonrisa.
Corre. Campos, a través. Al murmullo de las olas.
Corre. Tan deprisa.
Nota como vuelan tus pies con sus alas. Que no existe lugar donde quedarse.
Nunca te detengas.
Corre. Sin motivo.
Es sólo la emoción,
Que construye el instante.

Cerca de la una

Poco a poco, aprendes a guiarte en el mundo.
En ocasiones, encuentras esos lugares comunes que acompañan la soledad del espíritu.
Es hermoso el desprendimiento.
Ver esas imágenes, que pensamos que se forman en la retina, sin la interfaz del cerebro.
Y siempre llega el invierno. Más, cuando se siente el frío, se puede condensar el instante y volver a la calor que todo lo muta y lo cambia.
De dibujos de luz color.
De horizontes superpuestos.
A todo el espacio que contiene la nada.
Comenzar esta vida, con la forma de un latido. Que se transforma en otro latido. Un ritmo cambiante.
El lenguaje del alma.

En el silencio de las voces, de los gestos, de las pieles, de las palabras, se encuentra la grandeza.
Conocer. El contacto directo con el instante en que todo se genera.







Muñecas recortables

Hubo un tiempo indeterminado que andaba perdida. Y anhelaba mi infancia.
Buscaba esos momentos. No sabía describir exactamente qué era esa esa cosa que allí ocurría. Era la sensación. Las sensaciones.
Ahora, sé, que buscaba esos momentos en los que era yo. El brillo de los instantes felices.
Y así es que desperté, de mi viaje, pensando en mis muñecas recortables que vivían en el libro más grande. Se llamaba Cosmos y era de Ciencias Naturales.
Símbolos de símbolos.
Un día, cuando decidí hacerme mayor, lo escondí tan bien que nunca volví a encontrarlo.
También perdí mis preciosos libros de cuentos de hadas, con los que tan largas veladas pasaba.

Y por un instante, pensé que no podría ser nunca más.
Sin embargo, soy. De nuevo. Nueva.
Fui una pequeña fiera.
Ahora, poco a poco, aprendo a ser invisible.
Soy el lado femenino de la vida.






martes, 29 de diciembre de 2015

El presente de la memoria

Ella, metía sus dedos entre los rizos de mi indomable melena. Y me decía, mientras lo admiraba:
- Da me unos pocos rizos, que mira que pelo más liso tengo yo.
Pero madre, si me los has dado todos tú a mi.
Y es curioso. Lo que pensamos.
Abre sus ojos. Mira a todas partes. Su silencio. Me inclino para que me vea. Y para darle besos. Mientras, ella acaricia mi pelo. Lo mezcla. Con sus dedos.

No sabemos que es exactamente eso que llamamos recuerdo.

Calma

Sutiles pasos. Transparentes, invisibles. Me retornan al ser desde un sesgo de temor.
Tu mano en mi mano. Atrae, muy suavemente. Hasta que el cuerpo se disipa en tu espacio.
Entonces, es la paz. Es el centro de tu abrazo.
Y las cosas pequeñas desaparecen.
Llegan los sueños, al compás de tus latidos.
Todo se vuelve luz.
Todo se vuelve agua.
Somos viajeros de la calma.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Vida. En todas sus formas

Ahora, en su cuerpo, la mente zozobra.

El otro día dijo, en un pensamiento:

- No duermo.
- Estoy aquí, contigo.

Tan fuerte y rotunda.

Ella es la más hermosa de las bellas.

Cuando yo era una niña, me gustaba oírla cantar, mientras cocinaba. Mirar sus delicadas manos, enrojecidas por el trabajo. Y los huesos de sus muñecas. Sus muñecas. Me parecía el rincón más bonito del mundo. Las más perfectas apófisis estiloides del hueso radio, miro que se llaman.
Sus largas pestañas.
Sus ojos tan verdes.

Estos instantes.
En los que ella es el silencio entre tanto ruido.
La delicadeza que destaca sobre un fondo de abruptas formas.
Y mira.
Nacen los besos.
Y una suave melodía.
Para acariciarla muy despacito. Y muy hondo. Mientras viaja.



En la montaña

Este pequeño refugio.
Aquí, muy despacito, es donde se van deshaciendo las dudas.
Se volatiliza el poso de los miedos, apresados por sus propias fauces.
Lugar donde mirarte de soslayo, sin entender la timidez que todavía me embarga cuando estás, así, tan cerquita.
Entonces, el calor de mi cuerpo se torna incendio.
Todo lo envuelve el leve encanto de tu presencia.
Es este refugio que resplandece en la mirada.
Es el sitio del sentir más delicado.
El expresar de la emoción en sus más íntimos matices.
Delicado jardín, de fuerzas invisibles.
Nada se empieza ni se termina.
Es el punto donde siempre se genera.





Firmitas

No se sacan fuerzas de flaqueza, sino de una gigantesca fortaleza que, poco a poco, se descubre.





domingo, 27 de diciembre de 2015

De estelas y de estrellas

Poco es suficiente. Apenas nada, necesario
Un cómodo lugar en el que albergar el cuerpo.
En el aire, sonando las notas del incienso.
Al regazo de las horas inexistentes, que se extinguen en la luna misteriosa y serena.
Ascender a mi barco.
Navegar el momento.
Me disuelvo en tu espacio.
Me abandono a tu cielo.
Donde habita la luz que genera la noche.
De estelas y de estrellas
Y de planetas alados.

Patientia in reguli nostri prima virtus est


Con los ojos cerrados, la cabeza recogida. Muy por debajo de la línea del horizonte. Por fin, te expandes y llenas todo de calma.

Código abierto

El pensamiento es un código abierto. Siempre es en presente.
Es posibilidad.
La conciencia lo moldea y cambia. En un continuo perfeccionarse.
Es esta simultaneidad que apreciamos linealmente.
Salvo raras excepciones.
Es que hay mucho ruido.
Y el ruido no es pensamiento.
Y se desdibuja la perfecta geometría de los aconteceres.
Y se dan pequeños saltos en una impresión de discontinuidad.
Todo es tan sencillo.
De tal sencillez que, en ocasiones, abruma.
Pienso.
Patientia.

En la materia


Los límites de las cosas.
Que sólo existen como representación ideal.
Esa línea de dibujo, que en su contorno encierra una forma.
Y representamos.
Y evocamos.
Sólo es la materia. Que se muestra en sus diferentes grados de densidad.
Proyecta su luz.
Refleja y se refleja.
Se percibe y disuelve.
Es estar y no estar.
Es todo un sistema de propiedades y desarrollo específicos.
Es sólo un medio posible.
En el que alojarse.





Gota a gota

Gota a gota.
Estrambóticos relojes de agua de usar y tirar.
Cada uno de ellos, mide el tiempo de su propia presencia.
Química que gravita.
En blandas trayectorias, descendentes.
Hacia un universo de vida.
Dónde se libran numerosas batallas, en las que poder alcanzar un nuevo estado de equilibrio.
En este barco, que a la mar se hizo.
Y que un golpe fatal, sacudió su estampa.
Más la mar le cuida.
Es su guía y le abraza.
Aunque despacito, navega y avanza.
Gota a gota se hizo el mar.
Y esta vida que ahora habla.


sábado, 26 de diciembre de 2015

Paisajes de pasajes

En los paisajes abstractos que genera la mente y que pueblan los más nobles conceptos, eres tú quien crea la escala, el ritmo y la cualidad de los límites. Si es que decides que los haya.
Había una vez una historia que se contaba, por momentos.
A cada instante se convertía en otra historia.
En su lectura y en su escritura.
Y sin embargo, en ocasiones, ocurría que las palabras se llenaban de su ánima. Y vaciaban todo su contenido.
Sólo entonces, muchos se entendían.
Era eso el conocimiento.

Siempre vida

Y olvidé que habitaba en todo un ejército de corazones pacíficos.
Y al volver a mi origen, se abrían, una tras otra todas las puertas.
Y sentí, por fin la fuerza de un descomunal latido.
Es la música.
Es la grandeza.
Es la belleza desnuda que si acaso, se atisba un poco, en las ventanas del alma. Los ojos.
He vuelto.
Dónde siempre había estado.
Ahora soy.
Contigo.
En presente.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Madre

Desde el balcón de tus brazos,
aprendí mi presencia en el mundo.
Mayos de campos de trigo se encuentran,
en el verde olivar de tus ojos.
Soy carne de tu carne,
de tu fecundo cuerpo,
de tu noble linaje.
Eres la calma, que se posa,
sutil, como una estrella de nieve,
en estos momentos de zozobra.
Porque ya nada es igual.
porque nos muestras el verdadero camino.
A los lugares invisibles,
de dónde vienen los hijos amados.

De qué

De qué sirve recorrer los caminos de mi cuerpo,
si no es para comprender la esencia de mi alma.
Hay algo de mi que nació contigo.
Desde entonces, ya nada me pertenece.

Que cada atardecer se creó para encontrarte.
En la ausente presencia de las palabras.

Constructores de fortaleza

Construimos las caricias, los besos y los abrazos.
Aunque sea con toda la fuerza del ultimo aliento.
Es entonces, cuando comprendemos la materia de la que estamos hechos.


Navidad

Fue buena,
la noche.
Nace la nueva luz
Al mundo.

Blanca luz

Noche plena
De luna buena
Noche en vela
De tela entera.

Surcandoté.

Luminaria de blanca luz.
Perfecta esfera.
Rotundo regazo.

Me duermo.
En tu abrazo.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Sin arena en los bolsillos

Camino del ascensor, noté como se caía algo.
Le dije a mi hermano:
-Se me acaba de caer el corazón al suelo.
Más ahora, me he dado cuenta, que me he equivocado.
Es la arena del reloj roto que me ha abandonado.

Entre dos planos

No hay nada existente que pueda silenciar a un corazón, que habla.
Ni nada que crezca a tan gran tamaño.
No hay nada más sutil que la fuerza de tu voz, que consuela, anima y acompaña.
Rostro con rostro,
Juntamos las pieles,
Surcamos senderos,
Que nacen al alba.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Aprehender el momento

Aprendo el instante de las caricias en tu piel.
Tan hermosa y tan suave.
Tienes un cuerpo menudo. De niña.
Creamos ese espacio íntimo.
El lento fluir de aguas cristalinas.
Que a pequeño saltos crecen.
Cogemos flores.
Del blanco más purísimo.
No importa nada más.
Que tu mano en mi mano.
Y mis labios en tu frente.

R. López

Estiro las sábanas, de esta cama ajena.
Mientras, vuelvo al tiempo.
Como tantas cosas, ella me enseñó a hacer bien las camas.
Podía pasarme horas, hasta que lo conseguía. Gran parte del tiempo, lo invertía en bailar. Con las sábanas haciendo ondas. Como si fuesen el mar.
Ella siempre decía que no importa el tiempo invertido en hacer las cosas. Que lo importante es hacerlas bien.
Bien hechas, el tiempo, deja de tener importancia.
Estiro esta cama. En esta ciudad a la que ya no pertenezco. De la que me urge marcharme. Ahora mismo. Y no puedo.
Vuelve a mi cabeza la última conversación con ella. Hace apenas tres días.
Sacó del bolsillo de su Rebeca un pedacito de papel. Con su nombre escrito. Completo: me dijo. Siempre firmaba con la inicial. Ahora lo hago completo. Estaba muy orgullosa.
Y estaba bien hecha, la letra. Claro.
Marcos, al verlo, se puso muy contento.
Nos despedimos. Con muchos besos.
Ahora, ella lucha por seguir viviendo.
Dicen, que es probable que no pueda volver a hablar.
Yo sé que nunca se sabe.

martes, 22 de diciembre de 2015

Sin equipaje

Despierta.
En dulce sueño de agua y color.
Los hallazgos no están en nada ajeno.
Ni en nadie.
Es el camino, la capacidad de preguntarse.
Y de responderse. Desde lo más hondo.

Vuelvo.
En plenitud.
En ese destello de luz que se prolonga.
Más allá de la sonrisa.

Abracé el tiempo que cupo en un reloj de arena.
Fue roto en mi bolsillo.

Soy sólo una imperceptible nota. De vida.
Viajera.
Pasajera.
Que ama.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Despacios y lugares para aprehenderte

Todo comienza.
Con unas cosquillas,
En un lugar indeterminado.
Después,
Esas cosas que no son como pensabas,
Sino que son.
Infinitas.
Los adjetivos desaparecen.
Se disuelven.
Se envuelven,
En puro sentimiento.

Elementos



Cierro los ojos.
Inmersa en la luz del sol.
Llego hasta ti.
Beso tu piel.

Materia inasible

En ti habita.
Es la materia que compone el ADN de cada una de tus células.
La estructura entera de tu pensamiento.
Es el aura con el que te transportas. Más allá de lo cotidiano. Más allá de los sueños.

En amor, se es.

¿Dónde morará?


La vida se aloja en las cosas que sabes y que no precisan demostración.



domingo, 20 de diciembre de 2015

El otro lado

Descanso.
Es la amplia llanura del borde de tu espalda.
Crezco.
Como el cielo se esponja en la tierra.
Qué ya cesaron las lágrimas
y el también de los tormentos.
¿Cómo no iba a elevarme
si mi ser en ti se encuentra?

Elíptica de momentos

Encuentro en tus ojos,
De mirar sereno,
Todas las palabras,
Que del mar hablan.

Te abrazo.
En la permanencia de este cielo,
Que a cada instante,
Muda y cambia.

Aprendo a oír mi voz,
En tu silencio,
A amarte sin prisas,
Despacio,
Con calma.

Descubro canciones,
En un beso lento,
Caricia perfecta,
De tu alma en mi alma.



sábado, 19 de diciembre de 2015

El perfume


De tu ser que se funde en mi ser,
y mi piel que se mezcla con tu piel,
surge el más perfecto aroma.



Que el sol más bella

Insistía en comparar, lo molesto con la piedra en el zapato.
Más, no había zapato.
Ni piedra.
Ni  nada real que molestase.
Tan sólo un corazón encogido, frente a la más bella.




Realidades paralelas




En ocasiones, remontando el pasado, se construye un presente.

La llama

Fuerte galope.
Con la urgencia de un recuerdo,
que se muestra pasajero.
Extraño y largo vuelo es la vida.
Nada es como habías imaginado.
Ni falta que hace.
Lo contingente,
se acopla al momento.
Vuelve la calma de la lucha.
Cálido pecho en manos que hablan.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Vinimos a ser

No es el número, lo que hace al ser.
Con el corazón se trazan caminos inusitados.
Es lo que hace que todo sea precioso.
Es muy raro. Si.
Es la vida.

En Facultad Filosofía y Letras. Córdoba.


De camino

Verdea el campo.
Húmedo de niebla.
Que a sus labores,
Se levanta atenta.
Descubro tu beso sutil,
Su suave ondulación,
Dentro de mi.
Despertar en frondosos bosques,
De esencia sagrada,
Emana tu cuerpo,
Fragante mañana.


jueves, 17 de diciembre de 2015

De sombras arrojadas y luces propias

Ocurrió que me fijé. En ti.
Y sigo. Fijándome.
Mirando todo.
Muy atenta.
Muy despacio.
Sin importar el recorrido.
Te siento.
Con devoción.
Y crece, la envergadura de este vuelo.
Se torna simple y sencilla la estructura que compone las cosas.
Que a pocos, se desvela.
En promesa de crecimiento. Como un pequeño infante de sonrisa sempiterna.
El latido de un corazón tan vivo, agudiza el percibir y vuelve claro y cercano lo que se pensaba obscuro.
No es un derribar de muros.
Es saber, es tener la certeza, que los límites no existen en la compleja geometría del alma.
Geometría de sombras arrojadas y de luces propias.
Por triplicado.



Oremos


Hablemos.
Sin palabras.

Inmensa mente

Encendiste mi lámpara.
Es de luz inextinguible.
Recorro de puntillas los subterfugios del camino.
Construyendo los momentos pasados de detenimiento.

Sentir el todo con el que se llena tu espacio,
la caja cósmica que es el cuerpo.
Límites fluctuantes.
A tientas con la hermosura.
A ciegas con la cordura.

Luz rápida que desciende,
desde el filtro difuso de las nubes.

A tientas, prendida, mi alta candela.
En la penumbra justa que distingue lo real de lo incierto.
Con el poder y la belleza de la verdad.
Escalar a un horizonte más allá.
Nadar en el inmenso mar de la calma.
Infatigable mente.





miércoles, 16 de diciembre de 2015

Sin dueño

Vamos dejando pequeños indicios, en la extraña necesidad de respondernos qué es lo que somos.
Sin una intención tácita.
Inexactamente.
Están, en ese hilo intangible que va de la mente a las manos. De éstas, a la materia.

Y así, a veces, ocurre el milagro.
Ocurre que unos ojos ven como otros ojos.
Unas manos acarician las palabras como al amado pecho, labrado a golpe de cincel.
Los colores resplandecen, elevando la música del alma.
Un movimiento armónico que irradian ciertas cosas, iniciándose  su traza justo donde empieza nuestro centro.

Flor naciente en cada instante. Que se genera y expresa.

Un sentir compartido.
Indómito.
Sin dueño.
Eterno.

martes, 15 de diciembre de 2015

...si breve






Qué la inquietud fuera breve, como el café expresso.

Creciente

Hoy la luna está tan hermosa.

Su sonrisa creciente es un presagio de sol.

¡Qué bien se respira con los pulmones llenos de amor!
Con esta ingravidez, voluptuosa,
que despierta palmo a palmo la piel y los sentidos.

Sólo un suave roce de tu presencia
y se alborota todo mi cuerpo.

Hermosa noche de primavera,
en este invierno que no llega.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Color sentido

Pues en el  mundo real,
no existe el blanco,
ni existe el negro,
ni las sombras obscuras.
Todo se construye con el color de la luz,
tamizada con el movimiento que va de mirada a mirada,
de la mano que muestra al ojo, lo que ve el interior.
Así es: sólo luz visible,
que se muestra en todos sus matices.



Si quieres





Cuando no puedas dormirte,
porque no acuda a ti el sueño,
si quieres, puedes llamarme,
y con la mente bien libre,
te contaré algún extraño cuento.

Gotas de luz

Entre claros.
Despertar con un sueño adherido, vacío de contenido.
Volver al espacio de los sueños, para vestirse con el mejor traje de aguas cristalinas.
Mirarse los miembros. Comprender que no pueden quedarse detenidos.
Prestos a describir nuevas trayectorias en el espacio.
Su exacta posición es justo dónde se encuentran la imaginación y el pensamiento.
Es entonces cuando llegas.
Suave caricia que recorre mi rostro y mi pelo.
Al rayar el mediodía, comienzo la mañana.



domingo, 13 de diciembre de 2015

Por dónde entra la cigüeña de París en casa

Era una tranquila tarde. De hace unos días. Anochecía. Hablábamos de varias cosas, que ahora mismo no recuerdo.
Lo que si recuerdo perfectamente es su expresión y la sensación.

Se acerca a mi con los brazos extendidos, abiertos, para que lo reciba en mi regazo y me dice:

- Mamá: gracias por crearme.

No he podido quedarme más sorprendida, desde entonces.

Sólo acierto a decirle:

- No hijo. Gracias a Ti, por elegirme como madre.

Y cuanto más lo pienso, más convencida estoy de que es así. Aunque pueda parecer que no tiene mucho sentido lo que digo.

Me he quedado unas horas, considerando si continuar escribiendo sobre esto. O no.

A veces, esos pensamientos que se tienen, de alguna manera se quedan, así en suspenso, parece que viajan de tu mente o otra mente. Cercana.

Digo esto porque ahora, justo hace un rato, me pregunta Marcos que qué quiero ser de mayor.

Yo le contesto varias cosas, respuestas que no parecen convencerlo nada. Y me dice:

- ¿No quieres ser algo así como madre?

- Claro, hijo, le he dicho.

Aunque, en realidad no le he contestado.

Sé que ser madre es serlo a cada instante.

No puedo contestar a la pregunta de mi hijo, con palabras: éstas se quedan vacías u huecas, según las escribo.

En realidad sólo puedo contestar a esta pregunta siendo una buena madre.

En cada momento.
En cada lugar.
Incansablemente.



Él, es y será siempre el más hermoso y preciado don del cielo.













sábado, 12 de diciembre de 2015

Remanso de silencio

El hombre verdadero es capaz de poner luz donde sólo hay obscuridad.
Asciende, sin importar ni el lugar ni el nivel en el que se encuentra.
Vuelve a unir lo que se encontraba disperso.
Y el corazón del mundo, se contenta y alienta.
El momento, cobra sentido.




Combinación perfecta





En la plenitud del firmamento.
En tu mano en mi mano.
En mi mano en tu mano.
Es donde mora.
Todo lo construye.
Todo lo alcanza.

Ser de luz.
Y corazón.

A veces, se enciende.

De niña, siempre andaba cantando por la casa.
A viva voz. Ni tan siquiera era consciente de ello. Sólo paraba cuando me tiraban las costillas, si llevaba muchas horas. Y ya, por fuerza, paraba.
Un día de verano, estaba haciendo la comida del mediodía. Mientras, cantaba. Quizás, hondamente.
Era cada una de las palabras y de las notas, esas que canto y que no sé representar.
De repente, noto la presencia de mis padres, que me miran con una cara entre felicidad y admiración.
No dijeron nada. tampoco hacía falta. Era el momento.
Paré. Mi padre, me invitó a seguir. Él también cantaba bastante bien.
Pero ya no me salió igual: con la voz al borde del llanto por la emoción.

No sé en que momento dejé de cantar. Como tantas otras cosas que abandoné y en las que soy yo plenamente.

Ahora, empieza a sonar de nuevo música en mi. Es distinta. Me sorprendo. Es una sensación rara.

Pensaba, estos días, que necesito recuperar el sentido de las palabras.
Pensaba que no estamos aquí para recibir instrucciones de nadie.
Ni para fagocitar las palabras.
Sinaptarlas, si acaso.
Regenerarlas.
Cantarlas.
Pensaba que comenzamos aprendiendo con un cerebro primitivo, para después, desaprender bajo la batuta propia. El verdadero aprendizaje, comienza desprendiendo lo aprendido al pasar por el filtro de lo que se es, para crecer la inteligencia.
Es una ardua tarea. No tiene reglas que sirvan para nadie, sólo las propias. Se descubren para poder evolucionar.
Ahora lucho por deshacerme de muchas cosas. La limpieza interior es la más difícil, pues hay trozos que se arrancan y dejan heridas.
Pero ahí están las canciones, para hacer todo más liviano.
Las canciones.
Con mi cassette de un lado a otro de la casa.
Los libros.
El sueño de mi barco con el que atravesar el otro lado.
Quizás, no es tan difícil, saber.
Somos sistemas abiertos.

Y ese día cantaba. Para sus ojos.
A veces se enciende.
A veces se apaga.

Y canto.
A tus ojos.

A todas luces

Muchas veces, pretendemos comprender mediante la razón y la fuerza de los sentidos, lo que sólo le corresponde saber a la luz del espíritu.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Soul

Lentamente,
he conocido algunas cosas de ti.
Tan despacio,
que dios inventó la eternidad,
para amarnos.

No estoy triste, vida,
no estoy triste, amor.
Sólo es que echo de menos,
el eco de tu voz.

Que va acariciando,
con su terciopelo,
cada nota suave,
que nace en mi pelo.

Ahora con mi canto,
quiero recorrerte,
besar cada espacio,
que nace en tu vientre.

Sé cuando me miras,
en cada momento.
Sientemé tan suave,
como yo a ti dentro.

Strong


La mayor fortaleza ,construida jamás por el hombre, es la Verdad.






jueves, 10 de diciembre de 2015

¿Superficialmente profundo o profundamente superficial?

Tuve un profesor de geometría descriptiva, muy duro él.
Cuando a principio de curso, del año en que tripitimos un compañero y yo, nos vio volver a cursar la asignatura de nuevo con él, nos dijo:
-¿Son ustedes masoquistas?
Mi compañero le contestó:
- Pues nos hemos juntado tres buenos: un sádico y dos masoquistas.

Como no podía ser de otra manera, terminamos aquel triángulo imposible, ese mismo curso,  y aprobamos ya de una vez.

Hubo más sádicos que daban clase. Bueno, o lo que fueran.

Uno de ellos impartía análisis de formas. Nos hacía pintar acuarelas de edificios, dibujadas previamente con escuadra y cartabón con un 7H, en el papel de acuarela. Tan afilado que partía la hoja y apenas se veía. ¡Era terrible!. Era un resultado tan previsible.

Supongo, que por aquello de compensar la realidad con los deseos, empecé a pintar acuarelas libres, manchas de color.

Me disponía a pintar un poco esta mañana, cuando he leído algo así como que ¿quién juzga lo que es superficial y lo que es profundo? (Un hombre educado)

El caso es que la respuesta es inherente a la pregunta.

Pero como el cerebro hace lo que quiere, me he empezado a acordar de estas cosas que no se exactamente que tienen que ver entre sí.

He recordado, una anécdota (otra) que ocurrió hace algún verano.

Adoro el agua, en todas sus formas. Y bañarme. Y nadar, aunque no tenga soltura.
Como soy consciente de mis muchas limitaciones al respecto, no tengo confianza en mi nado y menos aun, en los cursos de agua naturales.

Estábamos, ese día de verano, un grupo de personas en un pequeña laguna, en Ruidera. Es más o menos cerrada en su contorno, salvo en un extremo que tiene un pequeño salto que comunica con un riachuelo.

Nunca había estado antes en esa lagunita, por lo que no conocía el terreno.

Ahí nadaba yo. Mirando el cielo, los árboles, en la gloria, vaya.

De repente, noto que me arrastra la corriente y me lleva al otro lado de la pequeña cascada.
Me agobio en exceso y pido ayuda, Veo, con estupor, que nadie se inmuta.
Así estoy un interminable rato, dando torpes brazadas y se me acerca un señor, a nado, todo serio y me dice:
- Señora, haga el favor y póngase de pie.

Me pongo de pie, salgo y los presentes, partiéndose de risa.

Dicen que la ignorancia es muy atrevida. Añado, que la ignorancia también es muy miedosa.
Como soy un imán para las situaciones absurdas, diré que aunque fui objeto de burla toda la jornada, no me cambió un ápice el gran gusto que le tengo al agua.

Todo esto venía, creo, por lo de superficial y lo profundo. Si, pues me he acordado del día que creía que me iba a ahogar en un abismo y estaba a medio metro de agua.

Y así, mientras estas cosas recordaba, mis manos pensaban y pintaban.

¡Me gusta tanto el agua!





Ser invisible

¿Acaso existe algo más grande y hermoso que llenar todo de amor y no dejar huella?



miércoles, 9 de diciembre de 2015

Símbolos de símbolos





El invierno de los días.
La nieve se derrama en mi ser.
Y no siento frío.
Sólo percibo la infinita geometría del firmamento.

Caminando

Con los pies se hace el camino.
Con las manos se bosqueja y define.

La mente crea las manos, los pies, los trazos y el camino.



Escribimos

El terco empeño en destramar la vida.
Una elaborada disección quirúrgica.
Como si sus especializados órganos no guardasen relación.
Cómo si tuviese sentido hacerlo.
Y sin embargo, hubo una vez primera, en que un pie derecho, decidió  erguirse.
Configuró para ello, unos perfectos arcos de descarga móviles.
Invitó a su hermano, el pie izquierdo, a elevarse con él. Aceptó, éste, de buen grado.
Así fue como las manos quedaron libres de carga, para mejor expresar la vida.

El hombre es la palabra.





martes, 8 de diciembre de 2015

El clavo olvidado

Espera. Paciente.
En soledad.
Único hecho sobresaliente, en el plano ficticio que separa el mundo de los vivos y de los muertos.
Geometría simbólica que une a la vez que separa.
Encalado.
Dentro de la cara viva.
Horizontal.
Durmiente.
Muerto.




No importa


No tiene importancia, eso que hagas.
Importa si lo haces bonito. Despacio. Precioso. Deteniéndose las veces precisas.
Es la vida. Pulsante. Prístina.
No importa dónde bebas, si tu sed sacias. Y regeneras la fuente con tu presencia, dando.
No importa si pasa y no paras  en lo que no vibra contigo. Si no te crece y no te eleva.
Si tu no lo creces y no lo elevas. No importa. No es nada.
No importa lo que en apariencia es desigual, cuando complementa.
Todo encuentras, cuando no dudas, cuando sabes que todo lo tienes. Cuando dejas de buscar cargado de razones.

Es importante tu pequeño rincón, secreto, aromático y florido.
Rebosante, fragante.
Todo lo tienes, cuando todo lo das, sin esperar nada.
Entonces, en movimiento, se colma ese pequeñito espacio.

Eres invisible.
Eres la causa.
Eres el efecto.

Nada importa, aquí, demasiado.

Lo que no es, pasa.
Sin más.
Sin menos.

El otro lado

Canto, a la luna nueva. Se ilumina con la música del alba.

Al otro lado, de la tierra, donde importa vivir, sobre todas las cosas.

A tus manos, que construyen palabras.
Llenan al hombre con poesía.
Crean sentimientos, hondos, revoltosos, juguetones. Siempre nuevos, en su belleza despojada.

A todas las manos, que se perfeccionan en el amor. Para dar. Cada vez más. Per se.

El otro lado, invisible. Tantos ojos cegados, por la aparente cordura. Si, esas cuerdas que atan, a lo que no se es.

Canto al otro lado. Anda sin pudor, desnudo. Para ser liviano. Y poder volar. Si es el caso.

Anda, latiendo en silenciosa penumbra, sin entender que es la verdadera estructura.


Hoy es mañana

Soñaré. De nuevo.
En una necesidad de saber cómo se es. Ahora.
Sabiendo que ningún sueño es comparable a tus besos.
Con tus besos, todo se llena de sentido.
Sentido divino.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Obras jocosas. Sanchica Estrella




Me visitó la muerte,
mientras estaba tocando.
Se apoyó en su guadaña,
y se quedó escuchando.

Me dijo: -¿no te doy miedo,
ni te causo estupor?

Como voy a tenerle miedo,
señora de mármol, fría,
Si consigo vino a llevarme,
al más allá de los sinos,
y ha decidido quedarse,
en el mundo de los vivos.

¿No ve que le creció la carne,
y le volvió la color?
Tapesé, que está desnuda,
y me da mucho pudor.

Avergonzada, la muerte,
se recogió en su manto,
y al músico le pidió,
escuchar otro tanto

Por supuesto, mi señora,
no se vaya a resfriar,
acerquesé, aquí, a mi fuego,
y prepare a se deleitar.

Desvaneciéndose las dudas



Con la caricia más honda y delicada de tus latidos,
en el centro del ser,
volvió a mi el espíritu.
Dió comienzo la vida verdadera.

Pulsante torrente,
emerge del fuego candente.

Vida

Quiero vivir enlazada a tus piernas fuertes.
Sentir como corren, libres, al viento.
Recorrer tu cuerpo en tensión,
con mi humedad.
Construir edificios sonoros.
Erguirme sobre tu vientre.
Sentir tu cuerpo,
que se deshace, en mi.
Cuando no hay más batallas que librar.
Sólo la intensa luz que va de tus ojos a mi alma.



Voz

Hubo un tiempo, en el que el arquero perdió el habla.
Fue un último grito, ahogado.
El arquero, alcanza su objetivo. Entonces, canta.
El arquero es música de agua, de olas de mar, de fuego, de aire.
Su canto, despierta a la tierra.
Es la verde voz de ese trigo que se vuelve masa. Que al calor, fermenta y crece. Y alimenta.




sábado, 5 de diciembre de 2015

Esos rostros

Esos rostros en los que hace tanto tiempo que no te ves, pensaba.
No se si será por eso, que pregunto a mi madre que dónde está su juventud.
Me contesta, de inmediato, un:
-¡Qué se yo dónde está, si yo no la he visto!
(La abuela, aunque parece que está en su mundo, sabe).
Al rato, reconsidera, y me dice:
- Recuerdo a mis hijos jóvenes y a tu padre joven. Entonces, yo sería también joven.
Lo dice con un poso de desencanto.
Pues claro que fue joven. Y muy hermosa. Y fuerte.

Esos rostros de la infancia, o de hace muchos años, que vuelvo a ver después de tanto tiempo. En mi memoria, a veces eran niños. Ahora son adultos con sus hijos y están viejos.
Me pregunto si yo también seré así. No lo sé. Es muy extraño lo de la apariencia del cuerpo.
Salvo contadas ocasiones, nunca fui muy amiga de los espejos.
Está este cuerpo físico que tenemos de prestado. Al que tanta importancia le damos. Y que es uno.
Con su cara. Con sus facciones.
Pero la manera que tenemos de conocer nuestro ser, es a través de los rostros de los otros. Ahí justo donde se detiene nuestra mirada, libre de juicio.

Ayer me encontré a una amiga de la niñez que hacía, no sabría decir cuanto, no veía. Muchos años.
En realidad nos cruzamos, nos rebasamos y ,después, retrocedimos para saludarnos.

Existen unas cuerdas invisibles que nacen del corazón y que se prolongan más allá del cuerpo para reconocer a alguno de sus habitantes.

Esos rostros, sinceros, de la niñez en los que se construyeron esos hilos o fibras invisibles que te mantienen unidos a ellos más allá de la distancia y el tiempo. Están ahí, siempre.

Entonces, ocurre: ves esa cara querida que se ilumina cuando te ve. Los mismos ojos oscuros de esa niña con la que compartiste momentos únicos. Esos secretos que van más allá de las palabras.
Y esa parada, ese saludo, (como tantas), es una mera excusa para volver.
Volver a esos instantes preciosos, que se prolongan dentro de otros instantes para generar instantes nuevos.

Después, sigues. Te conoces en el rostro del cielo azul más poderoso. En los jirones de nubes que se transforman a cada instante en geometrías imposibles. En el suelo que fue de piedra, en la cúpula que parece una bola de helado gigante. Sigues. Te detienes. Y sigues.

Y ves a esa niña morena de pelo tan largo (que ni las hadas), saltando a la goma, haciendo acrobacias sobre sus tacones de aguja imposibles. Y te imaginas chispas que salen del suelo a cada uno de sus saltos. Y te ríes. Y sigues.


Geometría relacional

Es el plano imaginario, intermediario entre potencias de acción distintas.

En ocasiones, es necesario construir el edificio completo para poder abrir puertas y atravesar el portal.






viernes, 4 de diciembre de 2015

Geometría potencial

En ocasiones, la realidad se genera en forma de capas que se repliegan sobre si mismas.
Podría pensarse como un dentro - fuera similar al "moebiusiano".
Es sólo geometría potencial.
La naturaleza, está llena de configuraciones de esta geometría.

El potencial lleva inherente una dinámica posible (causa).

A lo más que aspira el hombre, con sus obras gravitacionales, es a una aproximación estática respecto de la obra natural.

El hombre es fotógrafo con la materia.
Divino en la música, la poesía y en los sueños.
El hombre, tiene la misma dinámica de la naturaleza.

A fin de cuentas, formamos parte de ella.






Again



...y cuando crees que lo has visto todo, llueve.
De nuevo.


Blanca flor


Nunca quise ser princesa,
de zapatos de cristal.
Qué soy reina blanca,
con su corola, al cielo.



Es como tiene que ser

De tantas formas, como seres definen la naturaleza.
En su expresar.
En su sentir.
Cuídate mucho, pues se contagia en demasía.
Y crece.
Y se expande.
Animado por los elementos y las infinitas geografías del espíritu.
Dentro, todo lo  muda.
Nada permanece como antes.
Todo lo malo derriba.
Todo lo puede.



jueves, 3 de diciembre de 2015

Cara a cara

No ha de notarse.
Se trata de ser. Un poquito mejor.
Pararse, a ratos, en el macadam inexistente que construye el suelo.
Apreciar todos esos detalles en los que se producen los aconteceres.
Conocer, así. Cambiar.
Mirar cara a cara. Los surcos que araron una superficie imaginaria que dejó de ser elástica. Que se desdibuja. A veces, con ese fondo de un penar que se quedó formando parte del sino.
Se difumina con la luz de una sonrisa que da continuidad.
Es la vida. Es extremada. Es un transitar. Es la que contiene los conceptos. Es la que los vacía de contenido.
De un estado a otro estado.
Es una batalla continua.
No hay frente. Ni espalda.
No se gana.
No se pierde.
La lucha es el objetivo.
Es el recorrido por una materia trascendente.
Es un pulsar de realidad que se convierte en estrella.
Con su horizonte. Y su bóveda aérea.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Es





Tu alma conmueve mi alma.

¿Acaso importan las palabras?

Todo es sentir



Agua y sal

Ojalá que las lágrimas sean siempre de emoción.
Que sean tan sólo un interrogante, en un niño.
El anuncio de un abrazo, en un anciano que duda.

Ojalá que se disparen en tropel, cuando vengan con la risa.
Que sean un amplio sentimiento, que se expande.

No tienen cabida en un cuerpo desprovisto de su armazón de dureza.

Se desliza, suavemente, por el alma la más sutil de la belleza.
Es ese el misterio donde se generan.
Despacito, discurren,  hasta depositarse en palabras que cubren más palabras.

Descubrir mi naturaleza de torrente, que salta que no espera.
De río en río.
Hasta llegar a tu mar.
De verde y de oro.
Tú, mi siempre compañía.
Mi ayuda.
Mi calma.

Pasado

Cuando volví, ya no estabas.
Fue una terca insistencia loca.
Cuando volví a mi, 
supe que no estarías nunca más.
Ni tan siquiera en la sombra de un recuerdo.

martes, 1 de diciembre de 2015

Pan recién hecho.

Por las mañanas, a veces, me gusta meter la nariz entre su nuca y las sábanas, justo donde nace el pelo. Ahí, huele siempre a pan recién hecho.
Marcos, es un ser extraordinario. Su sensibilidad es fuera de lo común.
Para cualquier cosa que sea de su interés, pero sobretodo para las personas.
En cuanto detecta la más mínima fisura en mi compostura, se preocupa mucho y quiere siempre ayudarme. Cómo si no lo hiciese, a cada instante.
Anoche, decía que el hombre es grande y es pequeño a la vez. Es grande si se le compara con las células y pequeño respecto del universo. Pero que en realidad no es muy diferente de una hormiga, que es, a su vez grande y pequeña como el hombre.
Él es, en cierta manera, un pequeño gran filósofo.
Adora las matemáticas. Y hay momentos en que se puede tirar horas y horas haciendo operaciones y agrupaciones que él solo entiende.
Le regalas un libro o cuadernillo de matemáticas y da saltos de alegría. Ver para creer.
En sus grandes ojos habita toda la fuerza y la alegría del mundo.
Es mi compañerito en esta vida.
Recuerdo que la primera palabra que aprendió a decir fue "no". Ni papá, ni mamá, ni agua, como suele ser usual. Era una sucesión de noes rotundos. Que irónica es esta vida: justo la palabra que me ha costado a mi aprender a decir tanto.
No me gusta, demasiado, utilizar adjetivos para con las personas.
E intento evitarlos.
Podría hablar una vida de cada fracción de la suya y es seguro que no le haría justicia.
Espero que se mantenga siempre como la inagotable fuente original que es.
Hace unos años pidieron en su colegio que definiésemos a nuestros hijos con algunas breves palabras. En aquella ocasión, escribí que Marcos es la alegría de vivir.
Ahora, quizás diría, que es un pacífico guerrero, si eso es posible.


Espacio real

Un cuidado lugar de encuentro donde se comienza.
Apareces.
Con tu sola presencia lo modificas todo.
Los contornos y las aristas, se volatilizan.
Se crea una atmósfera evanescente.
Es como si molécula a molécula me fuese depositando en ti.
El resto se hace imperceptible.
Inexistente.



Anónimos

Constructores invisibles.
Desde el bien.
Desde la adversidad.
Desde la realidad inconsistente y oscilante.
Hacia lo inconmensurable.