Cuando estoy contigo, no noto esos conceptos que no tienes. Ni los otros, tampoco.
En ese momento, a solas, no existe nadie más.
Sin darme cuenta, soy cada uno de los matices que te componen.
Me convierto en un conjunto de partículas flotantes. En torno a ti, levitan.
Te aprendo. Hasta llevarte dentro.
Hasta que desaparezco en tu aire.
Yo, que soy de agua.
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