domingo, 17 de enero de 2016

Chemin de fer




Hubo un pasado con tiempo en los relojes.
A mal recaudo y con gusto compartía.
Hay un sitio para estar en la materia.
Se consume para completar el hombre.
La vida se quedaba atrapada en los andenes.
Los trenes atestados se reían.
Era un vagar de uno a otro lado.
La tristeza en el balasto se escondía.
Más hubo un tren que no cogí nunca.
Tras un encuentro que todo cambiaría.
Me mostró algunas cosas que se esconden en mis manos,
A contar la eternidad en un instante.
A completar con palabras las recetas de cocina.
Encogerse de hombros,
cuando no se sabe.
Ni falta que hace.
Ni importancia tiene.
Recordó el color de mi rubor.
Mi sempiterna sonrisa.
Y mi corazón empezó a comprender,
esas cosas que la razón no explica.
Ver con la luz que se crea en la mirada.
A parar en las pequeñas llamas,
que prenden muy despacio.
Con calor se hacen más grandes.
Llamas amigas.

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