jueves, 8 de junio de 2023

Espera

He aprendido a esperarlo todo, sin querer absolutamente nada.




Lluvia

 No suele ocurrir  muy a menudo por estos lares, pero estos días ocurre que llueve.

Hoy, la suave caricia de la llovizna va desperezando poco a poco mis resecos sentidos.

Me gusta caminar al amparo de la luz difusa que propician los miliares de gotas, mientras limpian todas las superficies y formas de materia que encuentran en su camino y despejan como nada las incógnitas de mi mente.

Echaba de menos la humedad sin frio que genera esta lluvia casi estival.

Y como llueve, quizás de manera inconsciente, me gusta salir a la lluvia y comprobar como esa brizna tardía de naciente esperanza crece y se reverdece un poquito más a cada instante.





viernes, 2 de junio de 2023

A veces me voy, pero siempre vuelvo

 Y llega la noche tranquila. Esta profunda noche de luna de ensueño.

Y, a veces, me aferro a ella con la añoranza del descanso. Deseando que mi mente y mi cuerpo encuentren un bendito instante de paz. De motivo en blanco, sobre fondo en blanco.  Pensando que, quizás, el nuevo día que se gesta en la oscuridad, llegará anunciando alguna buena nueva.
Y es que, en el fondo de todo, y después de todo, es posible que aún me habite una brizna de esperanza.

Y me sorprendo, todavía,  haciendo cosas que no parecen tener sentido. Será que no me conozco lo suficiente. 

Me falta un poquito para verme tal cual soy al instante que muta mi ser y se van disipando mis rasgos.

Y esta noche un dardo atravesó mi pecho. Sólo que ahora se que es mi ego herido, intentando digerir las consecuencias de mis estúpidos actos. 

Había dejado de observarme. Había dejado de tener deseos. Había dejado de vivir.
Y he sentido todo este tiempo como un préstamo con el que es imposible saciar los sentimientos de culpa.

¿Quién soy yo?
No eres nadie, me dijeron una vez.

Y ahora no me importan las respuestas de los demás. Importa que sin poder contestar a esa pregunta viva como si tuviese todas las respuestas. Pero que digo...sandeces. 

Vivo sin tener las respuestas, con la certeza de que a cada noche le sigue la mañana y, pensando que quizás tenga la dicha de despertarme en ella.