martes, 28 de febrero de 2017

Cosmic spiral


La vida es una sucesión de instantes de perfecta belleza.




Foto: Patrizio Napolitano

Los justos (Borges)


Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
EI que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

Descanso justo


Descansa silente el decorado de la realidad en el sueño de los justos.





Firmamentum


En tus manos se encuentra la llave que desentraña el misterio del firmamento.



Planos superpuestos de irrealidades

Quizás evanesciendo entre vapores de irrealidad,
recreaba a cada instante la más hermosa sonrisa de su luna.




El breve amor

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,

me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente,

para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo…

¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos?

Julio Cortázar



Foto: Nadia Gómez

Ver para crear


Si no lo veo, no lo creo.



lunes, 27 de febrero de 2017

De todo lo visible y lo invisible

El espacio se recorre
Con el hálito invisible
Que permanece en la piel
De las caricias y los besos.

Sus secuencias se componen
Una y, tal vez mil, veces,
Al fuego de cada abrazo.

El espacio se conquista
Dentro de la ternura,
El acimut del hogar.






Las alas


Es más rápido el vuelo del espíritu que la luz en su viaje.

Y sin embargo, con terca insistencia, lo olvidamos.




Sinapsis

Entre tú y yo no existe distancia.



De carmín

Me gusta pintar de carmín mis labios, pues así dicen en mi rostro muchas cosas, sin que yo hable nada.

Mientras me maquillo los labios, acompañada por el espejo, me gusta recrearme en la acción en sí.
Y en esos breves instantes, revivo la imagen de mi madre maquillándose con timidez los suyos. Repito, como si se tratase de un ritual antiguo, el único gesto de coquetería que le conozco a mi madre.

Pinto mis labios y reencuentro en el fondo de mis ojos todo ese tiempo de caminar de puntillas, sigilosa, invisible, pendiente de cada paso de mi primera atalaya en este mundo.







sábado, 25 de febrero de 2017

El pensador






No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
Cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién son
(Y si lo supiesen, ¿qué sabrían?)
Ventanas que dan al misterio de una calle cruzada constantemente por la gente,
Calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
Con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
Con el de la muerte que traza manchas húmedas en las paredes,
Con el del destino que conduce al carro de todo por la calle de nada

Hoy estoy convencido como si supiese la verdad,
Lúcido como su estuviese por morir
Y no tuviese más hermandad con las cosas que la de una despedida,
Y la hilera de trenes de un convoy desfila frente a mí
Y hay un largo silbido
Dentro de mi cráneo
Y hay una sacudida en mis nervios y crujen mis huesos en la arrancada.

Hoy estoy perplejo, como quien pensó y encontró y olvidó,
Hoy estoy dividido entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
Y la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

Fallé en todo.
Como no tuve propósito alguno tal vez todo fue nada.
Lo que me enseñaron
Lo eché por la ventana del traspatio.
Ayer fui al campo con grandes propósitos.
Encontré sólo hierbas y árboles
Y la gente que había era igual a la otra.
Dejo la ventana y me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?

¿Qué puedo saber de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? ¡Pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser esas mismas cosas que no podemos ser tantos!

Fernando Pessoa
Tabaquería, fragmento)




No hay dolor


Y yo me mantengo en la templanza
Y pongo luz con la mirada en los espacios vacíos.

Ya no siento los dardos fallidos de un cupido insensato.



Lienzo: Aaron Nagel

viernes, 24 de febrero de 2017

Non so nulla

Non so nulla.
Non c'è nulla che io sappia.
Ma, certe cose si sentono col cuore.
Lascia parlare il tuo cuore,
Interroga i volti,
Non ascoltare le lingue...

Umberto Eco



jueves, 23 de febrero de 2017

Así se alcanzan las estrellas



Sic itur ad astra

La calma es de oro



Durante todo este silencio, he recordado varias veces un día que estabas conmigo mientras yo pintaba. Es una acuarela con colores muy claros, azules y dorados, sobre el blanco dominante del papel. Con las distintas pinceladas, insinuaba un paisaje imaginario. Cuando lo di por terminado, te lo enseñé. Te quedaste mirándolo y me dijiste que era muy bonito, que era un inmenso lago helado. Yo asentí. Añadiste que te gustaría saber a ti pintar esas cosas para entretenerte y yo te contesté que sólo era cuestión de ponerse a hacerlo.

Fue una sensación extraña, era la primera vez que alguien percibía lo que yo intentaba expresar pintando de una manera en la que ni yo misma sabría decir bien que era. Entendí, entonces, que entre tú y yo no había esa distancia de desconocimiento que yo pensaba existía. Lo viví, como si de alguna manera estuvieses leyendo mi mente.

Quizás el alma sólo sea el territorio de los encuentros de una misma expresión de energía.

¡Qué sé yo!

Por vías muy diferentes hemos emprendido un viaje que nos ha conducido al centro mismo de nuestro ser.

En este extraño transitar he sentido, a veces, los muros de tu hogar impregnados de esa soledad que tanto miedo te provocaba y te hacía padecer. Yo no lo siento así: es sólo muy rara la sensación de estar dando vida a esta casa sin ti.

La soledad no es otra cosa que postergar el momento decisivo en que todo hombre ha  entregarse a ser. No hay soledad en el ser, sólo proyección.
En amor, nadie está solo, madre. En amor, ni se siente, ni se percibe, ni se ve soledad.

Todos llevamos dentro un palacio muy grande rodeado de jardines preciosos que se van haciendo más grandes con la presencia de cada ser que nos hace vibrar y crecer. Es ese sitio al que nos asomamos, a veces, en el otro;  o el precioso lugar que sin más compartimos, porque sí.

Hoy he terminado otra pequeña pintura que tiene vocación de paisaje.
Los horizontes de la tierra y de la mente son imaginarios. Se van configurando pincelada a pincelada al acercarnos paso a paso a uno de ellos. Sentimos que cada horizonte alcanzado se concreta, más su alcance es efímero, muy fugaz y distinto para cada mirada. Intentar retener o parar cada horizonte es ir directo a la locura.

Siempre me gustó pintar sobre fondo negro e ir poniendo luz con el color, las líneas, lo que surgiese en cada ocasión.

Y aunque ahora mismo no puedas decirme que te parece, lo voy a llevar donde estás para que sencillamente lo sientas.









Rayuela no fue a la pira


¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.

Julio Cortázar
Fragmento de Rayuela 

En total son tres

He descubierto que me ocurre con el ego como con las bragas: que me encuentro mucho más cómoda cuando me las quito. Aunque el ego no es tan fácil de identificar como un objeto, podría decir que lo que hago es pasar el mayor rato posible de él, mejor sin él y de sus absurdas exigencias que no me llevan más que a padecer.

Hay quien dice que una mujer desnuda que sonríe, lo hace el doble.
Yo añado que desvestida y desnuda de ego, sonrío el triple.
Será porque de esta manera es cuando se pone de manifiesto mi naturaleza trina.
Es posible. Nunca se sabe.

De buena mañana

Era de buena mañana, mecida por el viento frío de febrero, gélido aire augur de carnavales.

Mirando más allá del fondo de sus ojos, se descubre el delator cansancio propio de los seres que han visto más allá de lo que hubiesen deseado y que, con todo y con eso, deciden permanecer conectados a la corriente de la vida.
Yo sé encontrar dentro de sus ojos algunos pasajes aledaños a otros que hube transitado poco antes.
Ella no lleva tampoco prendida en su muñeca, la esfera rosa del tiempo, ese tiempo antiguo que marcaba el compás sonoro de la soledad.

Desde el pesar de su silencio, ella suele responder a las palabras con un gesto que consiste en un encogerse de hombros lleno de hastío. Mientras lo hace, su rostro expresa el asombro de un niño que sin terminar de comprender bien una pregunta, quiere sentirse partícipe del momento de conversación, manifestando esa corporal respuesta.
Otras veces eclosiona en forma de risa sin medida, siente dentro la que brota hacia fuera y la toma, particulariza y expande, hasta llorar de gusto.

¿Sabes?

Ya se presiente el leve susurro de las amapolas, al fraguar en acuerdo el color que antecede a su eclosión mundana.

¿Sabes otra cosa?

A veces siento que todo lo que es en la tierra, es también el eco lejano de un elemento del cielo.
La tierra y el cielo nunca entran en competencia sino que confabulan y concuerdan para crear armonía y belleza en el áspero transitar de la existencia.

Cuando despierta en los campos el furioso rojo de las amapolas, el ocaso decide volverse discreto. Y así, el incendio del atardecer se torna en límpido azul que, formando gradiente hacia el horizonte, se convierte en malva muy claro.
Ahora sé que evoco la imagen de este color, porque es ese tu color.

Era de mañana, muy temprano para tu cuerpo gastado.
Al encontrarnos, me miras con tus ojos de niña, ¡tan llenos de cansancio!
Me acerco y te beso. Toco con suavidad tu delgado rostro. Y sólo me sale construir un abrazo donde se difuminen todas las aristas. Dentro de él, desearía poder restaurar tu fortaleza, entregarte de alguna manera el impulso que a mi me eleva y me da coraje. Quisiera volver a ver la luz verde de tu mirada, esa luz que encendió mi ser.

A lo mejor es que la vida, a fin de cuentas, no es mal sitio para quedarse.
Por eso, pese a todas las adversidades, penas y desengaños, se desea un rato más de su fluir incesante.
La mente se traslada por un instante, allá donde pesa menos todo y el ánima regresa con la materia necesaria para construir nuevas sonrisas. Así, tensado desde su parte más elevada, el cuerpo continua.

A veces, siento el frío estremecimiento de saber que en algún momento dejaré de hollar estos parajes de belleza y ternura.
Más no dejo que ese instante de tristeza , ese saber que de manera inevitable, mi vida singular fuga hacia lo eterno, cale en mis aguas y me estanque.

Siento el consuelo de haber podido despertar de entre las brumas, al encontrar el tenue hilo de mi voz, voz que poquito a poco se va impregnando de matices y reduciendo a la esencia.

La voz se proyecta desde el espíritu, que es capaz de transmutar en leve el más grave de los instantes.
El espíritu se  colma de palabras embriagas de sentimientos, palabras que nos encuentran como medio de expresión, pues ni tan siquiera ellas nos pertenecen.
Nacen del amor, en él se componen y sólo en él permanecen.

La vida se construye y reconstruye en simultaneidad. Se compone de infinitos encuentros y desencuentros.

Ahora, el eco de tu voz es presagio en el silencio de amaneceres tempranos, mañanas que llenan con su luz las palabras que en tu memoria se han desdibujado.



















En creciente




La sonrisa floreciente
de tus labios entreabiertos
es la tenue luz de un astro
en el ocaso del cielo.

Sanchica Estrella

A todas


A todas luces, la vida es hermosa.




miércoles, 22 de febrero de 2017

Pero recomienzo...


Me paso la vida sin hacer nada útil, cultivando unos pocos amigos, admirando a unas pocas mujeres y levantando con eso un castillo de naipes que se me derrumba cada dos por tres. Plaf, todo al. ... Plaf, todo al suelo. Pero recomienzo, sabe usted, recomienzo…

Julio Cortázar


Cada flor es una estrella cuando se mira en el cielo

Llegaste a lo más hondo de mis dudas
Sembrando confianza con tus besos
Y noto primaveras en mis pasos
Las siento como música del cielo.



A ras de cielo

Abro la ventana y la puerta que conducen hacia el patio para que Fénix pueda salir cuando desee.

Ella, nada más notarlo, con un par de ágiles saltos, se conduce hasta la ventana y sale al exterior, posándose unos instantes sobre el alféizar.

Se queda un momento, mirando hacia el cielo mientras exhala un suspiro.

Después, se deja caer al suelo. Se vuelve laxa y retoza de alegría, girando sobre su espalda.

A veces, se nos olvida que también encontramos nuestro hogar, al proyectarnos al cielo.




Foto: Gareth Edwards

Tan cerca

Me gusta sentirte, así, tan cerca
Entre el mar de tu piel,
Al enredarse los cuerpos.
Allí donde se pierden los contornos
Comienza el dominio de los besos.
Mis labios modelando tus paisajes
descubren el lugar de la dulzura.
Desvela tu alma, a cada instante
que eres todavía más hermoso.

martes, 21 de febrero de 2017

Sentido común


Cada camino, nace de un sentimiento que es singularidad y se dirige hacia un sentir que es común.

Y es ese sentir la inmensidad del mar, esa mar a la que van a parar prestos los ríos de la existencia.





Delta del río Lena, Siberia






lunes, 20 de febrero de 2017

Ser unidad

El encuentro más hermoso es el abrazo.

El abrazo es el lugar donde se siente la unidad con más intensidad,
es el sitio de mirarse desde lo más profundo del alma.



Foto: Paolo Altamare

Hacer- el-ser mayor



Crecer es elevar el ser, peldaño a peldaño, en cada encuentro esencial con la verdad.





Foto: José Luis Vega

Es sencillo

Es tan sencillo
sentir ingrávida la dicha
de descubrir con mi lengua
el contorno de tus labios entreabiertos.
Gustar en cada uno de sus besos
el lugar donde habita la dulzura.

Es delicioso
respirar el aire sorbo a sorbo
impregnado con las notas de tu aliento,
mezclando mi deseo con la esencia
que tu piel exhala en su alegría.

Hace ya mucho
dejé de preguntarme
cuál es el motivo
por el que te quiero,
justo en el instante en que entendí
que es imposible lo contrario.

Evanescer


Un prisionero ha pintado sobre un muro de un calabozo un paisaje en el que un pequeño tren penetra en un túnel. Cuando sus carceleros vienen a buscarlo, les pide amablemente "que esperen un momento que yo pueda entrar en el trenecito de mi tela a fin de comprobar algo. Como de costumbre se echaron a reír porque me consideraban como un débil mental. Me hice pequeño. Entré en mi cuadro, subí al trenecito que se puso en marcha y desapareció en lo negro del pequeño túnel. Durante unos instantes se percibió todavía un poco de humo en copos que salían del redondo orifico. Luego ese humo se desvaneció y con  él el cuadro y con el cuadro mi persona."...


Herman Hesse

Clavicŭla


La tensión de mis cuerdas es vibración en  tu arco.



sábado, 18 de febrero de 2017

Érase una vez

Érase una vez
sin espacio ni tiempo.
Érase una vez
que era el centro de la calma.
Era la noche sin sombra,
el día sin luz,
el reloj sin esfera.

Que la soledad y el miedo se extinguen
en las almas que se unen,
esas que vencieron victoriosas a la muerte.

El sol se va elevando despacito,
prende en el oro de tus pestañas.
Y me parece que la dicha
es poder acariciarlas con mis labios.

viernes, 17 de febrero de 2017

Construyendo el hogar


A veces, la vibración de los trinos
despierta la savia de su letargo.

Los pájaros saben que el invierno se acaba.

La magia

Un volumen de versos no es otra cosa que una sucesión de ejercicios mágicos. El modesto hechicero hace lo que puede con sus modestos medios. Una connotación desdichada, un acento erróneo, un matiz, pueden quebrar el conjuro. Whitehead ha denunciado la falacia del diccionario perfecto: suponer que para cada cosa hay una palabra. Trabajamos a tientas. El universo es fluido y cambiante; el lenguaje, rígido.

Fragmento de Epílogo 
Borges

Historia de la noche (Borges)

A lo largo de generaciones
los hombres erigieron la noche.
En el principio era ceguera y sueño
y espinas que laceran el pie desnudo
y temor de los lobos.
Nunca sabremos quien forjó la palabra
para el intervalo de sombra
que divide los dos crepúsculos;
nunca sabremos en qué siglo fue cifra
del espacio de estrellas.
Otros engendraron el mito.
La hicieron madre de las Parcas tranquilas
que tejen el destino
y le sacrificaban ovejas negras
y el gallo que presagia su fin.
Doce casas le dieron los caldeos;
infinitos mundos, el Pórtico.
Hexámetros latinos la modelaron
y el terror de Pascal.
Luis de León vio en ella la patria
de su alma estremecida.
Ahora la sentimos inagotable
como un antiguo vino
y nadie puede contemplarla sin vértigo
y el tiempo la ha cargado de eternidad.

Y pensar que no existiría
sin esos tenues instrumentos, los ojos.

Rosa


Die Rose ist ohne Warum; sie blühet weil sie blühet. 
Angelus Silesius 





(La rosa sin porqué florece porque florece) 





Imagen: Broquart Photography

jueves, 16 de febrero de 2017

Love is the highest form of understanding (Frank Lloyd Wright)

A veces, se piden demostraciones de amor a la carta, un "no sé que" que se adapte a los límites de una rayuela trazada bajo el arbitrio de particulares deseos.
Se exige que las piedras del camino dejen de ser piedras y que no dañen al caer con brusquedad sobre un pie; que no molesten cuando entran dentro de un zapato.

Con frecuencia, se nos olvida ser flor.

Una flor no precisa demostración alguna, es ella misma  manifestación plena.

La flor engendrada crece impulsada por la misteriosa llama que la mueve a conocer y abrirse al mundo.

La flor entrega sin reservas ni exclusividad su esplendor a los elementos, hasta alcanzar el momento propicio de perfecta belleza. Luego, desde su silenciosa vida, se disuelve sin retorno en la corriente de la vida.

Escucha el latido de las flores, de la vida en todas sus formas y, quizás, sientas que esa vibración es la misma que hay dentro de ti.

¿Cómo llamas al impulso de toda esta vida manifestada?


Quizás, en algún momento, decidamos comenzar a conocer, a comprender plenamente.

Quizás algún día, dejemos de pedir demostraciones.








He vuelto a aprender lo necesario, que es poco y liviano

Ahora, entiendo que era necesario este camino de transitar sencillo por los dominios del silencio.
Era preciso adentrarme en sus ignotos y vastos espacios para volver a aprender el nombre de los seres y de las cosas, en concordancia y armonía con cada letra de mi nombre.

Ahora es respirar más que aire, sentir la gravedad justa del peso del momento desnudo, derrochar alegría en cada pequeño hallazgo.

Escucho los mensajes de mis sueños. Al despertar, soy consciente que también ellos forman parte de mi memoria. A veces, son mi descanso, las más son  enseñanza simbólica desde la que continuar erigiendo los sueños que invento de buena mañana.






Flor del tiempo



Es probable que el único tiempo que exista realmente, sea el tiempo de las flores.



Tu beso


Siento en tu beso la inmensidad de un campo de pequeñas flores que se fugan hacia el infinito.






Tu risa


No hay silencio que no alcance el eco de tu risa,
música divina orlada por tus labios de creciente luna.



La realidad oculta


En ocasiones, la esencia de la expresión se encuentra bajo subrepticias capas de ignorancia.





Escena "restaurada" del Juicio Final de Miguel Angel

Plenitud


Eres generoso árbol de deliciosos frutos.



Foto: Heidenberger

miércoles, 15 de febrero de 2017

Los dones (Jorge Luis Borges)

Le fue dada la música invisible
que es don del tiempo y que en el tiempo cesa;
le fue dada la trágica belleza,
le fue dado el amor, cosa terrible.

Le fue dado saber que entre las bellas
mujeres de la tierra sólo hay una;
pudo una tarde descubrir la luna
y con la luna el álgebra de las estrellas.

Le fue dada la infamia. Dócilmente
estudió los delitos de la espada,
la ruina de Cartago, la apretada
batalla del Oriente y del Poniente.

Le fue dado el lenguaje, esa mentira,
le fue dada la carne, que es arcilla,
le fue dada la obscena pesadilla
y en el cristal el otro, el que nos mira.

De los libros que el tiempo ha acumulado
le fueron concedidas unas hojas;
de Elea, unas contadas paradojas,
que el desgaste del tiempo no ha gastado.

La erguida sangre del amor humano
(la imagen es de un griego) le fue dada
por Aquel cuyo nombre es una espada
y que dicta las letras a la mano.

Otras cosas le dieron y sus nombres:
el cubo, la pirámide, la esfera,
la innumerable arena, la madera
y un cuerpo para andar entre los hombres.

Fue digno el sabor de cada día;
tal es tu historia, que también es la mía.

La belleza nos acecha (Borges)


"Vuelo, mi polvo será lo que soy."

Jafez



Foto: Kevin Carden

La de cosas que me digo sin escucharme

A veces, no somos conscientes, de todas esas cosas que nos decimos en segunda y tercera persona,
con otras voces y a través de otros ojos.

El pensamiento permite construir la ilusión de tener el poder de juzgar la gota que discurre a nuestro lado en la corriente de la vida.

Desde algún remoto lugar de profunda mirada, somos simplemente infinitésimos átomos de vida, conectados con más vidas en todas y cada una de sus manifestaciones.

Atisbamos a expresar, con más o menos fortuna, todo eso que discurre en nuestros adentros.

Con frecuencia se nos olvida, que nuestra esencia impregna aquello que expresamos.
"Parimos" una criatura más o menos hermosa, pero en ella se encuentra nuestra "sangre".

Somos agua corriente, que ha olvidado su sentir común.

A veces, no somos conscientes que recordar es volver a la unificar la vida, transformar el agua corriente en agua viva, agua mensajera.















martes, 14 de febrero de 2017

lunes, 13 de febrero de 2017

sábado, 11 de febrero de 2017

Vía Láctea





Con demasiada frecuencia, se nos olvida que impulsados por una inspiración profunda, salimos fuera.





Inmensidad


La inmensidad comienza en los ojos,
antesala de los besos.
Se presiente en los latidos
y se confunde en el alma.



Foto: Andrew Steele

Despacito y cerca

Y si te vienes hacia mi, así, tan cerca
La sonrisa floreciente prende chispas, sin remedio.
Entonces, los alborotados pies piensan ser ángeles alados
Confundidos, quizás, con el vuelo de mi falda.
Y si te sigues acercando, así, tan despacio
Caigo en la inmensidad de las luces de tus ojos
La más preciosa antesala hacia el lugar de lo eterno.
Ese instante en que mi ser se confunde con tu ser
Entregándose a la dulce locura de los besos.

Sirio






Instante tras instante habrían sido de verdad el uno al otro como los firmes gemelos del compás, moviéndose cada uno al movimiento del compañero, inclinándose el uno cuando el otro vaga más lejos, volviendo a crecer erguido cuando el otro se le une de nuevo. Entonces ambos habrían continuado su viaje en el presente, derechos hacia el astro que los esperaba, polvo de átomos entre los otros corpúsculos del cosmos, vórtice entre los vórtices, eternos ya como el mundo porque ribeteados de vacío. Conciliados con su destino, porque el movimiento de la tierra trae terrores y daños, pero la trepidación de las esferas es inocente.

Las isla del día de antes (fragmento)
Umberto Eco

viernes, 10 de febrero de 2017

Los restos de la locura




El mensaje lanzado al mar, más veces repetido, se compone con millones de fragmentos de la palabra inconsciencia.

En abierto


Doy gracias a todos los "no-es" y puertas cerradas a mi paso con llave, al resguardo de un muro de silencio, por haberme conducido al camino donde se escucha mi voz.



Foto: Aléx Montée



De buena mañana


Gracias por todos los besos y caricias invisibles, que despiertan el ser en la piel y saludan de buena mañana.




Foto: Juan Carlos Lodos