lunes, 18 de noviembre de 2019

Impresiones

En un mismo instante, pugnan la vida y la muerte por ser los ganadores del tiempo total, sin entender que ya nacieron vencidos por el arrullo y la caricia del amor.
El no entender siempre era, fue y será miedo.
El no sentir es la muerte.

El silencio mortal ocupa cada vez más espacio, mientras que la intimidad de los recuerdos respecto del otro, de aquel que marchó antes, se funden en los intersticios de la memoria y habitan más allá de la piel.
No hay consuelo para el silencio mortal, es ese "nunca más" escrito o pronunciado.





La muerte se lleva todo, incluso lo que todavía no existe.

La muerte es el único silencio real , pues la vida es constante bullicio.