Se levanta,
leve,
la bruma.
Suave ascenso,
pluma de espuma.
En la tarde,
que al sol se acuesta.
No es espera,
es compañía,
cantarte a la luz del día.
Susurrar música,
a tu noche.
Olor a miel y avellanas.
A frutos secos del campo
que fue bosque.
Hoy es descanso.
Dos candelitas se prenden,
en la rosa de tu cara.
Miras fuera
de este adentro
que te sujeta las palmas.
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