martes, 15 de octubre de 2019

Yo quiero olvidar, pero en la madrugada sueño con tu risa y con tu abrazo.


Mi subconsciente y yo queremos cosas distintas.



Soledad


Y decidió que las compañeras más fieles en su soledad, serían siempre las palabras.

La soledad absoluta, el cero absoluto de la soledad es la ausencia de palabras.



Algunos pensamientos

En plena modorra que parecía estival, nos ha pillado de lleno el dorado otoño.


Hoy la luna decidió quedarse un ratico más, para acompañarnos en esta húmeda y fría mañana.
Otro día más, distinto a todos los demás, acontece.

Y la angustia se disipa entre escogidas palabras.
Y el calor del hogar tiempla los fríos pensamientos.

El espíritu dormido se despierta hoy para intentar instaurar la calma.

Las malas sensaciones, sin objetivos que cumplir, se magnifican en la mente ocupando todo el espacio, arruinando el devenir del tiempo.

Las malas sensaciones se anulan cambiando el punto de vista fijando la atención en aquellas cosas que se hacen con y desde las manos.

Una mente para dirigir con acierto unas manos, las manos con las que a veces obramos pequeños milagros invisibles.
Un corazón para que lo que creamos tenga la consistencia y el calor adecuados y sea expresión de un lenguaje universal.






"Alimenta tu alma de amor y tus miedos morirán de hambre".






En cada callejón sin salida de la mente, se encuentra escondido un atávico miedo.

El miedo sólo desaparece de un forma: viéndolo de lleno y enfrentándolo.
Para eso se necesitan el valor y coraje que nacen del corazón.





lunes, 14 de octubre de 2019

No quiero ya soñarte.
Devuélveme mis alas y déjame marchar a otros mundos que esperan ser descubiertos por mi mente, allí donde el amor aún es posible.




A veces, el mucho dolor de una ruptura, desdibuja  momentos vividos de dulcísimo encanto. Pero yo sé que  de alguna manera,  permanecen a resguardo en algún jardincillo fragante de mi alma, prestos a ser evocados cuando menos te lo esperas.




miércoles, 2 de octubre de 2019

Del cielo al suelo

Somos la real intersección entre el  cielo y el infierno, oscilando siempre  entre estratos de horizontes inalcanzables.