Voy a pasear un poquito entre las nubes. Hasta llegar a los colores de ninguna parte. Ese lugar donde no hay espera.
Allí se produce el milagro de lo real y su reflejo como un todo continuo y simultáneo.
El ser se manifiesta superpuesto a un punto imaginado.
Volveré.
Bajaré a mecerme en las espigas de los campos. El sol dorando la brillante piel. La melena mecida, al compás del viento.
Soy el pespunte que conecta la delgada costura de los tiempos.
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