Los pies descubren al caminar sus maneras de recorrer el orbe, cansados de leer rastros hollados por otros hombres,
Cuando la noche sea fría y cale las entrañas, del fondo del equipaje, sacaré el libro de las des historias.
Pararé a descansar.
Yaceré orillada.
Las luces del cielo serán las dulces consejeras de la luna.
Entonces, con esmero y delicadeza, acogeré el libro en mi regazo.
Desde el interior del pecho, las páginas cobrarán vida.
Sonarán canciones. Música y voz de tus poemas.
Y al calor, de este pequeño hogar improvisado, continuaremos el viaje.
Mientras el cuerpo descansa. El universo nos guía.
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