Podría pensarse que una tenue neblina, levita sobre las cosas.
Aroma de vapor de café, recién hecho.
Difuso difumino, que indetermina los contornos que encierran las cosas.
Atmósfera plana, propicia para generar hallazgos por aproximación.
Tan sumamente cerca, que cada uno de los rasgos parece la elevada cordillera en la que se pliegan los continentes.
Dentro. Subyacen estructuras que se organizan en una natural geometría.
La mente recrea el código con el que se configura aquello que existe en la naturaleza, a la vez que lo descubre. Despejada de dudas.
Todo se compone de un número irregularmente exacto de elementos. En una divina combinatoria.
Mientras se piensa, las nubes discurren hacia lo alto.
Vuelven los contrastes de la luz directa.
El bullicio de la vida, con sus canciones nuevas que a cada instante desvela.
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