No sé que es eso que ves en mi, últimamente, que tanto te conmueve.
Nunca antes, me habías dicho tan de seguido lo muy hermosa que estoy y que me quieres muchísimo.
Quizás, después de toda una vida, no estábamos tan lejos como yo pensaba.
Madre. Intuyo que cuando me miras lo que percibes de mi ser no es la belleza efímera de mis rasgos. Es que ves mi alma. Y la ves despierta. Y se junta con tu alma. Aunque yo no sepa decírtelo. Y a lo más que alcanzo, es a darte besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario