lunes, 16 de noviembre de 2015

Pies descalzos

Acomodan sus formas a originales curvas que se desplazan dentro.
Instrumento de Baudelaire, cuando en el macadam tropieza.
En ese lánguido laissez faire, de mirada perdida. El medio de ideas torrenciales que enriquecen el ingenio.
Tan solo son una ficticia tangencia que nos sostiene.
Referente del rostro, que en modo directo no se ve.
Compañeros de ese viaje sin tregua hacia lo extraordinario.

En él, era efervescencia de belleza pura. La encontraba por doquier. También en el descanso de lo cotidiano.


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