Aquí estoy, en este mundo inventado por otros. Viviendo en el mundo que creo. Construido con la fuerza de tus abrazos. Su hogar es la llama de tu pecho a mi pecho. Y de mi pecho a tu pecho. Se encuentra en cualquier parte. Sus puertas están siempre abiertas a la belleza y a lo que es verdadero.
No tiene principio. Ni tampoco fin.
Está siempre colmado de besos. Y es sorprendente, porque a cada nuevo beso, se hace más grande.
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