En su ensueño, gustaban de imaginarse como múltiples aspectos separados de dos realidades.
Cuando así se pensaban, así es que se sentían. Se veían. Se encendía todo.
Era grande su deseo de encontrarse. Así es que, tejían una elaborada estructura de matices extremadamente complejos. Todo un despliegue matérico para alcanzar al otro. Un marco perfecto.
Su alma, siempre está unida.
Un sinuoso fluir de luz dorada.
A su paso, transforma todo lo que toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario