miércoles, 7 de octubre de 2015

Mi mudo compañero

Goce del silencio.
Las distancias cortas.
La irrealidad de lo cotidiano.
Un cruce al paso que es una prolongación de ti mismo. Cómo si alguien supiese que es ese ti. O ese si.
¡Qué extraño parecen las palabras cuando las piensas!
Querida atalaya, que me muestras los entresijos por los que me deslizo y cambio todo.
Vaciarte en el seno del origen.
Llenarte de todas las potencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario