Goce del silencio.
Las distancias cortas.
La irrealidad de lo cotidiano.
Un cruce al paso que es una prolongación de ti mismo. Cómo si alguien supiese que es ese ti. O ese si.
¡Qué extraño parecen las palabras cuando las piensas!
Querida atalaya, que me muestras los entresijos por los que me deslizo y cambio todo.
Vaciarte en el seno del origen.
Llenarte de todas las potencias.
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