Una y Cuarto
lunes, 19 de octubre de 2015
Risa
Y cuando te sorprenda la risa, déjala expandirse con ímpetu, en forma de espasmos musculares.
Hasta que llores con lágrimas de química florida.
Y sin poder ya más, quedar al borde de la parada cardíaca.
Reír.
Sin límite.
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