domingo, 11 de octubre de 2015
Camino al mar
Todo era esplendor de plata. Notas de azahar mezcladas con un leve vapor marino.
El voluptuoso ánimo que hiende, hasta despojar el cuerpo de ropajes en el pecho.
Liberados todos los secretos, en forma de partículas aéreas en las que se disipa el pensamiento.
Desciendo, con la lentitud que precisa lo que quiere ser grabado en la memoria. A la guía de mi astro.
Los pies descalzos, sintiendo la deliciosa arena fría, caminando hacia el mar.
La noche. Un presagio de tu presencia.
Te encuentro. Sentado de cara a un desdibujado horizonte. Salpicado de pequeñas luces de encanto.
Me acomodo. A tu lado.
No hay palabras.
Ahora somos. En perfecto abrazo.
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