Errando en silencio.
No encuentro ningún alma.
No es soledad, tan sólo cansancio
De caminar demasiado
Sin comprender casi nada.
Más no tengo miedo
No hay obscuridad
Ni tampoco dolor.
Sin embargo, al volver del otro lado
Lo más sencillo lo percibo complejo
No siento plenamente lo sutil
Se vuelve difuso entre tanto ruido
Lo más leve se torna carga.
Y no entiendo.
Quizás es eso
Lo que me entristece.
Me cuesta asumir
Que en realidad
nada hay que entender.
Y sin embargo
Dentro de mi
Late un mundo nuevo
Que es más real que éste.
Se construye con los ojos entornados
Y los sentidos alerta
Enfocando el alma
Allí donde resuena la belleza
De tu pecho a mi pecho
Donde no existe distancia.
Ahora amanece
Un nuevo regalo
Es esta mañana.
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