Puede que en algún momento de la existencia, si no te ha ocurrido ya, se despierte en ti una necesidad de pertenencia.
Toda vez que te sometes, es importante tener claro quien es tu amo.
Una vez mi se me despertó el pertenecer. Menos mal que me volví a dormir y en el sueño se me olvidaron las ganas.
El pensamiento dirigido se inventó para muchos fines, mayoritariamente manipulatorios.
En algún momento de tu vida, habrás notado que no nos pertenece ni el aire que respiramos, pero seguro que ya habrá alguien a quien se le habrá ocurrido ponerle precio o impuesto. Y lo hará, de seguro. Es lo que hay si nos dejamos.
Cuanto se parecen las palabras impuesto e impostura, ¿no?
Después de escribir esta perorata, sólo añadir que lo importante es identificar de quienes somos, aunque yo no soy quien para decir nada.
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