Vivo un recuerdo presente permanente. Más real que ninguno de mis más hermosos sueños.
Con frecuencia me aferro a la idea de mi inconsistente forma. Tan fugaz.
Siento tu espíritu. Permanece con mi espíritu y lo esplende.
A veces, no me doy cuenta, te hablo y te pienso cómo si aun formases parte de este recuerdo mío de ahora. Con tu propia forma que reconoce la mía. El estar juntos, así, cuerpo a cuerpo.
Sé que nada de esto tiene importancia y todo se diluirá en la nada, cuando este recuerdo acabe.
Más no por ello dejo un sólo instante de echar en falta tu alegría, la mirada de tus hermosos ojos y la sensación de tocarte. Emocionarme contigo. Y tu risa.
Existe la misma distancia del suelo al cielo. Esa que, si se quiere, se marca en el fondo del ombligo.
Intuyo lo que no sé.
Sólo comprendo lo que padezco y siento.
Recuerdo.
Hombres.
Mujeres.
Valientes.
Ingobernables.
Desobedientes.
Demiurgos.
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