miércoles, 10 de febrero de 2016

Après

Una vez, tus palabras fueron aliento.
Estaba perdida.
Y quise encontrarme.
Encontrarme y encontrarte.

Se ordenan los recuerdos.
Fluyen los hallazgos y las invenciones.
Mientras, los sueños se explayan a su antojo.
Algunas partículas de la esencia.

Detrás de cada color habita el eco de un porvenir condensado en un instante.
Instante bendito. Pues caen rotas las cuerdas que anclan las ideas al mundo.
Esta pequeña esfera, tan inmensa. Tan extraña.
Entelequia proyectada al universo.
Lo posible. Lo real. Se confunden en un punto.

Es obscuro el silencio.
Tu silencio me conduce a la espesura.
Allí donde se genera el movimiento de las olas.
Y se dilata en amplitud inabarcable.
La eclosión de sentir todo tu espectro.
Renazco, en el ser de tu dulzura.

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