El oro del sol laborioso
Con tu presencia se inflama
Para calentar la piel
Y ser el brillo que emanas.
Frondoso espíritu florido
Guía transeúnte y calma
Cómplice de atardeceres
Que deleitan la mirada.
Haces mieses meciéndose
En el fondo de mi halda.
Promesa de pan alegre
Horneado mientras bailas.
Crece alto y huele rico
Sacia el hambre de mañana.
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