Cargada de lluvia dispersa,
Su informe copa enmarañada.
Plata vieja entreverada.
Ocupa los intersticios del instante
Mecida al rumor aéreo.
El sonido de un expectante escenario.
Habla de un invierno que no ha sido
Que busca manifestarse en los elementos
Desarrollarse en su pátina de quietud.
Apresurado, tras su pereza y descuido.
Dialoga con los seres y las cosas.
Al fondo, la paciencia, el tapial.
Le acompaña el frondoso acanto.
Muestra la clave de su voluptuosa belleza.
Imparable afán de perpetuarse.
Lustrosa cascada aérea.
Pasa.
La furia del viento.
Sobre la vida sin sombras.
Como un ensueño de volúmenes difusos.
Planos de fenómenos superpuestos.
Extraña amalgama.
El viento.
Sacude las superficies: ¡despierta!
Los ojos abiertos.
El jardín preñado, se entrega a la humedad.
La casa sosegada.
Silente cadencia estructurada en símbolos.
Aromas de una presencia.
Evidente y firme.
Añoro tu calor y tu oro.
La profundidad de la caída hacia el remanso de tu calma.
La caricia de tus manos de luz blanca.
La suavidad de tus besos que se encienden en mi cara.
Soy de sol.
Desarropado.
Abandonadas telas henchidas de viento.
Soy de azul.
Soy movimiento.
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