Con los pies apenas rozando el suelo, vino sigiloso al inicio de la siesta.
Se ha colado, en perfecto encaje, al abrigo de mi regazo. Y la alquimia de la vida ha hecho su efecto.
Pura delicia la de transitar de un estado a otro estado. Fundidos en una misma alma. Navegando tranquilos sin la brújula del tiempo,
Eternidad es el sueño que te alcanza entre los brazos del amor.
Al despertar, todo es distinto.
Somos mejores.
Somos más fuertes.
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