domingo, 6 de diciembre de 2015

Voz

Hubo un tiempo, en el que el arquero perdió el habla.
Fue un último grito, ahogado.
El arquero, alcanza su objetivo. Entonces, canta.
El arquero es música de agua, de olas de mar, de fuego, de aire.
Su canto, despierta a la tierra.
Es la verde voz de ese trigo que se vuelve masa. Que al calor, fermenta y crece. Y alimenta.




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