miércoles, 30 de diciembre de 2015

Muñecas recortables

Hubo un tiempo indeterminado que andaba perdida. Y anhelaba mi infancia.
Buscaba esos momentos. No sabía describir exactamente qué era esa esa cosa que allí ocurría. Era la sensación. Las sensaciones.
Ahora, sé, que buscaba esos momentos en los que era yo. El brillo de los instantes felices.
Y así es que desperté, de mi viaje, pensando en mis muñecas recortables que vivían en el libro más grande. Se llamaba Cosmos y era de Ciencias Naturales.
Símbolos de símbolos.
Un día, cuando decidí hacerme mayor, lo escondí tan bien que nunca volví a encontrarlo.
También perdí mis preciosos libros de cuentos de hadas, con los que tan largas veladas pasaba.

Y por un instante, pensé que no podría ser nunca más.
Sin embargo, soy. De nuevo. Nueva.
Fui una pequeña fiera.
Ahora, poco a poco, aprendo a ser invisible.
Soy el lado femenino de la vida.






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