martes, 29 de diciembre de 2015

El presente de la memoria

Ella, metía sus dedos entre los rizos de mi indomable melena. Y me decía, mientras lo admiraba:
- Da me unos pocos rizos, que mira que pelo más liso tengo yo.
Pero madre, si me los has dado todos tú a mi.
Y es curioso. Lo que pensamos.
Abre sus ojos. Mira a todas partes. Su silencio. Me inclino para que me vea. Y para darle besos. Mientras, ella acaricia mi pelo. Lo mezcla. Con sus dedos.

No sabemos que es exactamente eso que llamamos recuerdo.

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