Aprendo el instante de las caricias en tu piel.
Tan hermosa y tan suave.
Tienes un cuerpo menudo. De niña.
Creamos ese espacio íntimo.
El lento fluir de aguas cristalinas.
Que a pequeño saltos crecen.
Cogemos flores.
Del blanco más purísimo.
No importa nada más.
Que tu mano en mi mano.
Y mis labios en tu frente.
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