jueves, 3 de diciembre de 2015

Cara a cara

No ha de notarse.
Se trata de ser. Un poquito mejor.
Pararse, a ratos, en el macadam inexistente que construye el suelo.
Apreciar todos esos detalles en los que se producen los aconteceres.
Conocer, así. Cambiar.
Mirar cara a cara. Los surcos que araron una superficie imaginaria que dejó de ser elástica. Que se desdibuja. A veces, con ese fondo de un penar que se quedó formando parte del sino.
Se difumina con la luz de una sonrisa que da continuidad.
Es la vida. Es extremada. Es un transitar. Es la que contiene los conceptos. Es la que los vacía de contenido.
De un estado a otro estado.
Es una batalla continua.
No hay frente. Ni espalda.
No se gana.
No se pierde.
La lucha es el objetivo.
Es el recorrido por una materia trascendente.
Es un pulsar de realidad que se convierte en estrella.
Con su horizonte. Y su bóveda aérea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario