Esas cosas que aprendí en Ida, tan necesarias para la vida en la tierra.
Todo movimiento inercial termina por detenerse, pues no cumple el principio de conservación de la energía. Si: todo.
El cálculo de modos propios es indispensable para borrar frecuencias inoportunas y no entrar en resonancia (salvo que quieras lo contrario).
Nos gusta pensar e idealizar movimientos en forma de giros o describiendo no se qué trayectorias.
Es una simplificación muy elemental de los fenómenos. Para andar por casa sirve. Y que la dejen a una en paz, también.
La mejor solución a cualquier problema es, humildemente, admitir que no existe problema. Ser un itinerante músico que se va con sus canciones y melodías: a todas partes y a ninguna.
Cada vez tengo más serias dudas respecto del conductivismo tipo perros de Paulov. No existe el dúo premio-castigo, salvo para un débil mental.
Tenemos una programación con una tendencia exagerada a la repetición.
Repito o creo. Balo o soy consciente. Esa es la cuestión.
Existen la luz y la densidad. Aquí. Poco más. Y la manera de comprender esto sabemos cual es, ¿no?.
Nada más.
Lo mejor es siempre lo más sencillo.
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