Dentro.
La calma.
El corazón mecido al arrullo de
las olas.
Vastas extensiones donde crece, en armonía, tu delicado fruto.
Volverán los espíritus que pueblan el bosque, reposo de los sentidos. Compañeros del alma. A su través, la vida se manifiesta y muestra. A veces, esplendorosa.
Con los pies descubiertos de hojarasca, levemente, Bailaremos.
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