Es afuera de esta espléndida torre,
Es afuera donde se admiran los cielos.
Sedosos cielos que se componen con la sutileza de tus besos, despertando en mis labios.
Liviana presencia que se siente, como un poderoso titán.
Despacito, recibir el lloviente praná que todo lo muta.
Copitos de luz que ingrávidos van encendiendo e inflamandi candelas.
Respirar este cielo mientras todo se llena de todo.
Y se impregna de ese todo de ti en mi. Y de mi en ti.
Recorrerte, por entero, con la mente mientras me abarcas.
Tenerte muy adentro, así, fuera de la atalaya.
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