jueves, 8 de septiembre de 2016

Los niños son el mundo

Un buen día, los niños interiores abandonaron el adentro.
Se pusieron de acuerdo para tomar las soleadas calles en jovial paseo.
Dispersaron sus juegos y algarabía por doquiera que marchaban, dispuestos  a reinventar cada cosa a su camino, desde el potencial de su curiosidad insaciable.
Y así es como el mundo se convertía en un lugar más amable.
Un lugar más hermoso.
Un sitio mejor.



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