viernes, 30 de septiembre de 2016

A todas luces

Cierro los ojos entre tus brazos
En su dulce calidez se pierden los contornos de los cuerpos.
El recogido silencio evidencia que los latidos se sienten en cualquier  parte del alma.

La vida se resume al instante de sentir el dulce aleteo de tu corazón en un beso de mis labios. Es el hallazgo del punto de tangencia de tu ser en mi ser cuando se encuentran y unen.

Todas esas cosas que nos decimos mientras sentimos, esas otras que callamos cuando amamos, pues no hay palabras que las sujeten y definan,  son las luces que notamos con los ojos cerrados.

Al desterrar la imagen y el pensamiento se potencia la esencia de lo que realmente somos.

Y salgo de mi, con los ojos cerrados.
Y es en ti donde encuentro que se pierden las fronteras.
Y arde mi luz.
Y es en ti que muero de dicha.
Y luego renazco.
Y emprendo el vuelo.

Y si hay un después, quizás abriré de nuevo mis ojos al mundo.
Y, entonces,  caminaré con los pies descalzos con las luces del camino.



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