viernes, 16 de septiembre de 2016

Errado concepto

Y alguna vez, se dirá, que llamaban locura a la capacidad simultánea de ver y expresar distintas dimensiones del ser.

Si, llamaban locura a aquello que no encajaba en un reducido patrón inventado de nombre razón. A algo que, consideraban, no cabía en el estrecho traje del momento: la personalidad.

Y la llamaban locura, como si alguna vez hubiese alcanzado el éxito tan sólo una flecha que no hubiese estado tensada previamente hasta el límite de su rotura.

Pues, ¡bendita locura! que me aleja de todo eso que no quiero ser y de aquellos sitios en los que no deseo estar.
Bendita locura que enciende en mi las ganas de vida, de vida nueva.

Y llamaban locura a la chispa divina que renueva y cambia por doquiera que va el alma del mundo, en su perpetuo girar. Por un instante imperceptible, lo para, para después darle un impulso de aires nuevos.





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