En cada escalera que existe
y, quizás, en alguna que será,
existe un peldañito
para ti y para mi.
Sentados a su resguardo
se despierta la mañana,
para ser cómplice del sueño
que se coló en el silencio.
De café a pequeños sorbos,
ése que nunca se acaba.
Y al sol pleno, es tu sonrisa
De la música, caricias
Endulzando las miradas.
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