En uno de sus muchos momentos inspirados, hace unos días, Marcos decía que hay cuatro voces a las que se pueden reducir todas las demás: castigar, aprender, ser bueno y memorizar.
Ayer le pregunté que si había encontrado alguna voz más.
Me contestó que ya sólo se acordaba de aprender. Que las otras voces, se le habían olvidado.
Bien que hace.
Aprender engloba todo. Es el camino propio.
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