Respiro hondo el aire que te envuelve.
Tu presencia me atrae y me vuelve ingrávida.
Y siento escabullirme del tiempo.
Las ideas acuden a la mente y construyen su evanescente estructura.
En la intensidad plena de sentirte muy dentro.
Son secretos preciosos que ponen el brillo a las almas.
Y se tornan en cómplices sonrisas.
A veces, de un saltito, se derraman hacia fuera. Se genera, de esta forma, lo concreto.
Más la concreción, es sólo un vago recuerdo del delicioso instante que nos une.Es modular momentos de recreo, para de nuevo gozarte.
Pues discurres por las tintas de mi pluma y te disuelves en el color del momento. Vives en mi pulso. Habitas en cualquier parte, trascendiendo más allá del pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario