jueves, 25 de junio de 2015

Petit mal

Existe una memoria original que no se desvirtúa con el aprendizaje y el uso del idioma y del lenguaje.

Aunque es posible que se olvide. Siempre están ahí, esos otros recuerdos de forma latente. Con cierto orden y coherencia.

La primera imagen que aparece, en la que tengo conciencia de mi ser, es en brazos de mi madre. Era un bebé de poco más de un año.

Observo los amplios tablones de madera encalada en forma de cruz, parapeto del corredor que da al patio. Estamos en el patio. El gran rosal con su imponente porte y aroma. El suelo empedrado.

Recuerdo mi malestar. La cara de preocupación de mi madre.

Nadie me lo ha contado. Dicen que no es posible que recuerde esos elementos. Que desparecieron hace mucho. Era demasiado pequeña. Pero, simplemente lo sé.

Es extraño que el primer recuerdo que tenga de mi existencia sea precisamente el momento en que perdí el conocimiento.

Tener conciencia de si desde la vuelta de la inconsciencia. No sé si eso es posible. A mi me pasó.





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