Algunos amaneceres son de iris color oro y de negras y luengas pestañas.
Su rostro, mira hacia el cielo con los ojos cerrados, para encontrar mejor la respuesta adecuada. Mientras, con su pequeño dedo índice, se golpea rítmicamente y de manera graciosa la barbilla.
Ser alado, pleno de belleza y ternura.
Algunos amaneceres son de profundo mirar y extrema dulzura.
Ojos que ven , ahí, dentro, el alma.
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